UPA lleva tiempo demandado al Gobierno que ponga en marcha un plan de promoción para incentivar el consumo de flor cortada, con el objetivo de atajar las pérdidas económicas que soportan los productores, ante los bajos precios que perciben por sus productos.
En este sentido, UPA denuncia que en estas fechas del año en las que el consumo de flores cortadas se incrementa, las cotizaciones de las principales especies florales en los mercados en origen apenas cubren los costes de producción.
Los claveles han registrado descensos respecto al año pasado de hasta el 16%, del 5,5% para los crisantemos o del 15% para las gerberas. El precio de las rosas, por su parte, se mantiene más estable, si bien acumula descensos en torno al 30% desde 2004. Sin embargo, en los mercados mayoristas, por ejemplo, para el clavel, el precio se multiplica por al menos tres veces respecto a la cotización en origen.
Unido a estos descensos en origen, UPA ha advertido de que los costes de producción han experimentado incrementos que reducen la rentabilidad de las explotaciones al mínimo. Por ejemplo, los productores deben afrontar subidas de los fertilizantes cercanas al 27% y del coste de la energía en torno al 15% en relación con 2010.
La balanza comercial del sector español de flor cortada en claramente deficitaria, a pesar de que el grueso de la producción se destina a la exportación. En 2010, el valor de las exportaciones ascendió a 25 millones de euros, en cambio el valor de las importaciones fue de 73 millones de euros.
El Gobierno y el sector han estado trabajando en el desarrollo de un plan de modernización de las explotaciones demandando por los productores desde hace años, de cara a hacer más competitivas las explotaciones, mejorar las vías de comercialización y optimizar la calidad de los productos.
La producción española de flor cortada se concentra en las regiones mediterráneas, Andalucía, Canarias, Extremadura y Galicia.
UPA