En la campaña 2002, de mantenerse el número actual de animales primables, la penalización a los ganaderos de bovinos macho será próxima al 37% en España. Se evidencia así de una manera clara la absoluta falta de sentido del recorte de derechos realizado en la reciente minirreforma del vacuno de carne que UPA criticó duramente.
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) califica de inadmisibles las elevadas penalizaciones que en los últimos años están sufriendo los ganaderos de bovino españoles. A pesar de que la cuantía en que se va a reducir la referida prima para la campaña 2001 es un poco menor que en la campaña pasada, seguimos estando en penalizaciones próximas al 30% y se ratifica que son las importaciones de bovinos las verdaderas causantes de dichos sobrepasamientos. En la campaña 2001, como consecuencia de la crisis de la EEB y los casos de fiebre aftosa las importaciones se redujeron sensiblemente, lo que ha permitido bajar en cierta medida el coeficiente de sobrepasamiento.
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos denuncia además que la forma de aplicar las penalizaciones sea lineal, ya que no se tienen en cuenta cuestiones tan importantes como quién es el que más contribuye a la superación y propone modular los sobrepasamientos por estratos de producción diferenciando las explotaciones. En este sentido, el objetivo final de cualquier reforma de la Política Agraria debe pasar por una importante modulación de las penalizaciones de los ganaderos.
Sin embargo, la Administración española asiste impasible al grave perjuicio que sufren las pequeñas y medianas explotaciones familiares que tienen que costear los sobrepasamientos que producen las grandes explotaciones. El Ministerio de Agricultura se muestra incapaz de definir la figura del pequeño productor, exento de penalizaciones, que la OCM de carne de vacuno sí contempla y que tradicionalmente ha sido reivindicada por el sector.
De esta forma, se acentúa cada vez más la diferencia entre los grandes y los pequeños y medianos ganaderos, provocando la continua desaparición de muchas explotaciones y la concentración de la ganadería de vacuno en muy pocos productores.
Por si fuera poco, a la penalización de bovinos macho hay que añadir aquella causada por un sobrepasamiento en el nivel de sacrificios de animales mayores de ocho meses. La disminución de la edad de sacrificio de los bovinos como consecuencia de las medidas de erradicación y lucha contra la EEB adoptadas ha provocado que sea mucho mayor el número de bovinos sacrificados. Ante esta nueva realidad originada por un cambio en las preferencias del consumidor, UPA considera que es absolutamente prioritario revisar los cupos correspondientes a la prima al sacrificio.
UPA