Así, mientras en Francia se sube el precio a los productores, en España está ocurriendo «todo lo contrario», con lo que la diferencia entre lo que se paga en uno y otro país estaría «por encima de las diez pesetas» (unos 6 céntimos de euro).
Lo denunció el secretario de organización de SDGM-UPA, Francisco Gutiérrez, quien recordó que siempre ha existido una «relación directa» entre el precio de la leche en las grandes superficies y el que se paga a los ganaderos, de modo que si sube el primero, aumenta también el segundo.
Pero al haber sólo «una o dos» empresas en España que están aplicando este incremento, la diferencia entre dos ganaderos que entreguen la misma cantidad de leche a industrias distintas puede llegar a las «ciento y pico mil pesetas» (más de 600 euros) al mes.
En una rueda de prensa, en la que estuvo acompañado por Lorenzo Álvarez, miembro de la Comisión Ejecutiva del sindicato, Gutiérrez contrastó la actitud de ‘Pascual’, que desde el verano ha ido subiendo paulatinamente el precio del litro de leche a los ganaderos, con la del resto de industrias, que están haciendo lo mismo que las estaciones de servicio y los bancos con la gasolina y los intereses: cuando suben, aplican el incremento «ese día»; al contrario que ocurre cuando baja, argumentó.
Aunque reconoció que ésta es una práctica habitual en la industria láctea, el sindicalista señaló que la situación actual es mucho más preocupante, debido al alza de los precios de los piensos. «Los animales están comiendo más de lo que producen», expresó.
En relación a la calidad de la leche, aseguró que algunas empresas están vendiendo «leche que tiene agua» –en algunos casos hasta un 12%–, aunque aseguró que él ni ningún sindicato puede «dar un nombre», sino que tendría que hacerlo la administración, tras una muestra obtenida por un inspector público. «Es la única solución», manifestó, para indicar que si lo hace él, le podrán una querella. «Me han amenazado», apostilló.
En este sentido, aseguró que la asociación de ganaderos AFCA encargó análisis de la leche que se vende al consumidor al Laboratorio Interprofesional Lechero, pero insistió en que no puede decir qué empresas rebajan la leche con agua, aunque «lo sabemos».
A juicio de Gutiérrez, la administración debería sancionar a las empresas y grandes superficies por hacer y «permitir estas prácticas» y evitar que las mismas repercutan en el ganadero, que es el que «paga» las consecuencias. «Somos los paganos», aseveró, al tiempo que trasladó el «desánimo» que hay en el sector.
Europa Press