Para las frutas y hortalizas en fresco los cambios introducidos han sido, por un lado en la aplicación de medidas medioambientales, en la propuesta inicial se obligaba a destinar una quinta parte del fondo operativo (FO) a tal finalidad, y en el texto aprobado hoy, se permite una mayor flexibilidad comprometiendo sólo el 10% del fondo operativo y eligiendo, al menos el 80% de los socios de la OP, dos medidas agroambientales. UPA valora positivamente esta flexibilización, aunque se considera un agravio comparativo con otros sectores que no se ven obligados a este tipo de exigencias.
Por otro lado se ha propuesto un incremento del techo financiero de la ayuda comunitaria del 4,1% VPC al 4,6% VPC, muy lejos del 6% reclamado por el sector y el Parlamento Europeo. Además UPA considera inadecuado el condicionamiento de ese incremento a la dedicación de ese 0,5% a medidas de gestión de crisis, que en el texto adoptado se sugieren pero que no se han desarrollado debidamente.
UPA valora positivamente el hecho de que se haya introducido la gestión de crisis en una OCM como la de frutas y hortalizas, tan expuesta al mercado como se ha dicho, y al tiempo felicita la alternativa de disponer de ayudas de estado para los no socios de las OPs, instrumento que, utilizado de una forma adecuada, podría solventar las actuales crisis de mercado.
Así mismo, UPA considera un avance el hecho de que se incluya una declaración en la que se plantean los seguros como una herramienta útil para gestionar las crisis de mercado, aunque se trata de una medida que no será de aplicación en esta OCM y tendrá que esperar a ser estudiada por la Comisión durante el Chequeo Médico.
Para las frutas y hortalizas transformadas se plantea un desacoplamiento de los pagos recibidos por las frutas y hortalizas transformadas, cuyo montante se eleva a 168 millones de euros, pero debido a las graves consecuencias que esto podría conllevar en el tejido económico y social del sector de las frutas y hortalizas, se ha logrado un período transitorio diferenciado por productos; en el caso del tomate será hasta el 31 de diciembre de 2011 y en cítricos hasta 2012, permitiendo así una reconversión del sector de una forma más paulatina.
Durante ese período transitorio el Estado Miembro elegirá el nivel de desacoplamiento y a qué concepto siguen vinculados los pagos, aspecto que UPA estima muy positivo, pues las realidades productivas de cada subsector son muy diferentes y este tratamiento diferenciado permitirá adaptarse mejor a los productores ante el nuevo escenario.
Otro aspecto positivo, y que hasta este momento parecía impensable conseguir, es el establecimiento de un período transitorio para aplicar la activación de derechos de pago único con superficie de frutas, hortalizas y patatas, que se extenderá hasta 31 de diciembre de 2010.
En la ayuda al tomate transformado este subsector ha sufrido durante esta campaña una penalización del 63%, debido al perverso sistema de cálculo de la ayuda de la anterior OCM, dada la grave situación a la que se enfrentan los productores, se ha logrado habilitar una ayuda estatal de 15 millones de euros que desde la organización se considera positiva.
UPA espera y exige, en todo caso, que el desarrollo de la reforma y su aplicación práctica no entorpezca el funcionamiento y el progreso de uno de los sectores más competitivos y eficientes de la agricultura española, que ya soporta una situación muy desigual en relación a países productores de otras áreas del mundo.
Asimismo, UPA reclama que la aplicación de la reforma permita también ordenar el equilibrio interno en la cadena de valor del sector de frutas y hortalizas en España, para acabar de una vez con la injusticia social que supone el abismo entre los precios que reciben los productores y los que pagan los consumidores, tras el paso de los productos por los distribuidores mayoristas y minoristas.
El sector de frutas y hortalizas que representa el 30% de la Producción Final Agraria española, con una facturación de 14.000 millones de €uros y más de 400.000 puestos de trabajo directos, le ha supuesto a la UE un coste en ayudas para España de algo menos de 500 millones de euros, lo que ha hecho al sector muy independiente de las ayudas, dotándole de una gran orientación al mercado, que día tras día se ve en peligro por los desiguales intercambios con terceros países.
UPA
Bueno, al final unos dicen que si otros que no, los «normales» no lo podemos saber, porque todo está politizado.