UPA no pone en duda la falta de estructuración de nuestro monte, la ordenación de las plantaciones y especies y su mantenimiento, pero achacar esa responsabilidad a un colectivo tan importante que vive en el medio rural no se corresponde con la realidad actual de la sociedad rural española y parece que obedece más a un informe que por su espectacularidad en el mes de agosto garantiza un titular en los medios de comunicación a costa de los agricultores y ganaderos.
UPA considera que los ecologistas de “moqueta” deben ponerse al día, no sólo en los informes, si no también en la evolución que vive la sociedad rural española y la legislación actual, pero sobre todo en la importancia que tiene para los habitantes del mundo rural el crear y mantener un espacio habitable, sostenible y sin incendios. UPA quiere destacar la importancia que la agricultura y la ganadería tiene en la conservación del medio, no debemos olvidar que los agricultores y ganaderos son los verdaderos habitantes del medio rural y por tanto son los primeros interesados en respetar el medio ambiente y la biodiversidad El estudio acusa a los agricultores y ganaderos del 57,5 por ciento de los incendios y el 40,40 por ciento de la superficie quemada, basándose en las estadísticas del Ministerio de Medio Ambiente, informes de la Guardia Civil y sentencias condenatorias. Pero hay que aclarar que según los mismos datos se desconoce el origen del 47 por ciento de los siniestros.
Hoy no sólo los agricultores y ganaderos, si no cualquier ciudadano del rural sabe que para cualquier quema hay que sacar el permiso correspondiente y comunicarlo a la autoridad competente, con fechas y climatología señalada e incluso días señalados. Cualquier tipo de fuego en un espacio rural, que no esté permitido tiene rápidamente la inspección de los agentes correspondientes, o el helicóptero de turno.
En la ganadería la regeneración del monte afortunadamente y desde hace muchos años no se hace con fuego, si no que se hace con máquinas y otros avances tecnológicos. En todo caso y como ejemplo claro es que en Galicia una región eminentemente ganadera, con un millón de cabezas de ganado vacuno, en las zonas donde el año 2006 ardieron más de 80.000 hectáreas no llega al 0,05 por ciento la cabaña ganadera.
Por otro lado al agricultor, ganadero o ciudadano del mundo rural que hoy encienden un fuego en cualquier zona del campo, es detenido de forma inmediata porque las parcelas están todas catastradas con sus correspondientes titulares de propiedad; de ahí que no es de extrañar que un informe tan poco riguroso como este, basado en detenciones de la Guardia Civil y datos de Medio Ambiente obedece a estas características, pero poco tiene que ver con la realidad de las catástrofes incendiarias que desgraciadamente se producen en España.
La agricultura tradicional y la ganadería extensiva contribuyen de forma directa al mantenimiento del medio ambiente y la prevención de estas catástrofes ambientales, el pastoreo facilita la limpieza de los montes lo que reduce el riesgo de incendios forestales, los cultivos evitan la desertización, actúan como fuente sumidero de CO2 y como emisores de oxígeno a la atmósfera.
La UPA pedirá explicaciones a Greenpeace y al Ministerio de Medio Ambiente sobre el contenido de este desolador informe que perjudica a los que todos los días cuidan, viven y trabajan por un monte mejor.
UPA