Lorenzo Ramos ha reconocido que en los últimos años se ha producido un gran impulso en la conversión hacia este tipo de agricultura, especialmente motivado por las denominadas medidas agroambientales, pero defendió que es preciso realizar un mayor esfuerzo (y no sólo económico) para consolidar este enorme potencial que posee nuestro medio rural.
A este respecto, para el secretario general de UPA, el fomento de este tipo de actividad no puede basarse exclusivamente en las ayudas agroambientales, pues la agricultura y ganadería ecológica se basa en un concepto mucho más amplio, basado en el equilibrio ecológico del conjunto de componentes que actúan en toda la cadena agroalimentaria.
Lorenzo Ramos ha explicado que es necesario fortalecer la estrategia nacional y comunitaria sobre producción ecológica, con un presupuesto acorde a las necesidades reales y con programa de ejecución con mayor definición. Para Ramos, estos deben suponer los referentes que amparen el diseño de una serie de medidas cuya conjunción tenga por objeto el fomento de la agricultura y ganadería ecológica, intentando solventar los actuales y futuros problemas en sus distintas facetas (producción, transformación y comercialización) con el fin de garantizar el desarrollo de este mercado.
Con respecto a la protección ante la contaminación de transgénicos (OGM), Lorenzo Ramos considera que se deben establecer las medidas necesarias para evitar o al menos lograr que en caso de contaminación por OGM ésta sea la mínima posible. Para el secretario general de UPA, se debe garantizar la responsabilidad por daños económicos, ambientales y de cualquier tipo ocasionados por los OGM.
Lorenzo Ramos también ha defendido una ayuda específica y permanente para el sector ecológico ya que “no está lo suficientemente apoyado a través de las medidas agroambientales”.
Asimismo, ha reivindicado la necesidad de priorizar y otorgar preferencia en las ayudas a la producción ecológica hacia las pequeñas y medianas explotaciones familiares. A este respecto, el secretario general de UPA ha manifestado que no sólo se debe priorizar los apoyos y medidas hacia la producción ecológica, sino que se debe contemplar también el componente social y de gestión del territorio que conlleva el modelo de explotación familiar y la debida valorización del agricultor y ganadero profesional.
Finalmente, el secretario general de UPA, ha abogado por el fortalecimiento de los programas de investigación y demostración, por fomentar la producción ecológica en las zonas de especial protección de hábitats; por la mejora en la comercialización y por la puesta en marcha de acciones específicas en materia de seguros agrarios que permitan adecuar el sistema de aseguramiento a las propias características de este sistema de producción.
Lorenzo Ramos terminó su intervención recordando que para UPA, la agricultura y ganadería ecológica además de ser una actividad económicamente rentable, y sostenible desde la faceta medioambiental, lo es también desde el punto de vista social y de creación de empleo, y por tanto es un claro ejemplo de motor para el desarrollo rural que tan necesitado está de acciones que propulsen un dinamismo del que carece en la actualidad.
UPA