Con este plan, la organización pretende atajar las pérdidas económicas que soportan los productores nacionales de flores y plantas, ante los bajos precios que perciben los agricultores y el encarecimiento de los costes de producción.
En estas fechas del año en las que el consumo de flores cortadas se incrementa como consecuencia de la celebración de San Valentín, el próximo 14 de febrero, las cotizaciones de las principales especies florales en los mercados en origen apenas cubren los costes.
Así, por ejemplo, el clavel para exportación se pagaba en origen, en estos primeros días de febrero, entre 7 – 9 euros por 100 unidades, mientras que la rosa cotizaba en las mismas fechas en torno a 0,50 euros por unidad y el gladiolo a 0,38 euros.
Si bien las cotizaciones de este año son superiores a las del pasado, también es cierto que con los precios actuales no se llega a cubrir los costes de producción.
La producción española de flor cortada se concentra en las regiones mediterráneas, Andalucía, Canarias, Extremadura y Galicia. El grueso de la producción española de flor cortada se destina a la exportación.
La balanza comercial del sector español de la flor cortada es claramente deficitaria. En el pasado año, el valor de las ventas al exterior de flores cortadas rondó los 32 millones de euros, aproximadamente un 7% menos que en 2007, mientras que el valor de las importaciones superó los 70 millones de euros.
Al margen del plan de promoción, el sector de la flor cortada y la planta ornamental está trabajando actualmente avanzar en la creación de una organización interprofesional en la que estén presentes representantes del sector productor y de la industria.
Asimismo, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) demanda también que se ponga en marcha un “plan Renove” para poder modernizar las instalaciones, especialmente los invernaderos en el sur del país.
UPA