La fruta se ha quedado en el árbol, muchos contratos que no se van a cumplir y otros que se habían pagado no recogen el fruto, con las consecuencias que el mantener la fruta en el árbol tiene para la campaña siguiente. Las pérdidas serán incalculables.
Por otra parte la campaña del limón se está viendo afectada por los bajos precios.
En el inicio de esta campaña, septiembre-octubre, ha habido una entrada masiva de limón procedente de Turquía, y algo de Argentina, a los mercados europeos, lo que ha impedido empezar la campaña con precios buenos para el limón fino temprano que normalmente alcanzan 85 ptas/kg, saliendo a 65 ptas/kg. Aunque el limón turco es de calidad muy inferior al limón español, por ser más rugoso y su interior tener menos jugo, los bajos costes de producción debido sobre todo a la mano de obra han hecho que países consumidores habituales de nuestros limones, como Alemania, compren limones turcos.
Por otra parte, están entrando en producción muchas plantaciones de limones dentro del propio país, en Murcia y Valencia, lo que ha propiciado la saturación del mercado interno, desplomando totalmente los precios hasta las 20 ptas/kg que se están pagando en árbol, 38 ptas/kg recogido y 40 ptas/kg en almacén.
En España las zonas productoras de limón son: Andalucía con 100 millones de kilos; Valencia, con 200 millones; y Murcia con unos 700 millones de kilos. En Andalucía la provincia que más produce es Málaga, con 77 millones de kilos distribuidos en 68 millones en la comarca del Guadalhorce, 5 millones de kilos en Benamargosa, y 3-4 millones de kilos en la zona de Estepona. La producción de limones en Málaga de 77 millones de kilos a un precio normal de 0,42 euros (70 ptas/kg) supondrían unos ingresos de 32.340.000 euros (5.390 millones ptas) a los agricultores, que con los precios actuales sobre 0,12 euros/Kg (20 ptas/kg) en el árbol ascienden a 9.240.000 euros (1.540 millones de ptas), por lo que las pérdidas en limones se contabilizan en 23.140.000 euros (3.850 millones de ptas).
El limón se destina a mercado interior, y el exterior se centra en exportaciones a la Unión Europea (Reino Unido, Francia y Alemania) y a Estados Unidos, que no ha cerrado sus fronteras al limón español aunque algunos agricultores no han querido venderles por desconfianza ante un posible cierre.
En la provincia predominan explotaciones familiares de pequeñas dimensiones, muchas de ellas inferiores a 1 hectárea. Los costes de producción aumentan con la menor dimensión de las explotaciones, lo que agrava aún más el problema ya que para muchos agricultores el precio que van a cobrar apenas cubre los gastos del cultivo, sin incluir sus jornales, por lo que han perdido todo su trabajo.
UPA