Remitido por UPA:
Una tendencia que se mantiene en los primeros cuatro meses de 2005, en los que según los datos manejados por la organización han perdido la vida 17 agricultores de un total de más de 300 fallecidos por accidente laboral en todos los sectores de actividad, aunque la cifra podría ser más alta, ya que no se dispone aún de datos oficiales correspondientes a este periodo.
Durante el pasado año perdieron la vida en accidentes laborales 955 trabajadores, de los que 75 pertenecían al sector agrario, el único que experimentó una considerable subida respecto al año anterior cuando fallecieron 65 personas, lo que supuso un 15% de incremento, mientras que el resto de sectores disminuyó notable mente su incidencia con la construcción que rebajó la mortalidad en un 12%, la industria con un 8,8% y los servicios con el 7,3%. Aunque el número de muertes producidas en el sector agrario respecto al total sólo alcanza el 8%, hay que recordar que con relación al número de activos sólo representa poco más del 3% de la población laboral, lo que resulta a todas luces preocupante.
UPA considera que la alta siniestralidad en el sector agrario se debe a diversas circunstancias que tienen que ver con la escasa conciencia de riesgo que se tiene al desarrollar la actividad agraria; la elevada edad media de los activos agrarios; el bajo nivel de renta de muchas explotaciones familiares; las dificultades físicas y naturales de algunos territorios donde se desarrolla la actividad y la maquinaria anticuada y obsoleta que se utiliza en muchas explotaciones y que es causa directa de la muerte (tractores, motocultores, mulas mecánicas. etc.
UPA demanda un plan expreso de prevención de riesgos laborales para el sector agrario que permita a los agricultores y ganaderos tener una mayor y mejor información sobre los riesgos en su actividad, lo que les hará ser más conscientes de los peligros que conllevan ciertas prácticas. Por otra parte es necesario que desde las diferentes Comunidades Autónomas se desarrolle de inmediato, dotándole de mayor dotación presupuestaria, el Plan Renove aprobado por el Gobierno que facilite el achatarramiento de tractores y maquinaria agrícola envejecida y obsoleta, cambiando el parque de maquinaria agrícola actual por vehículos y medios más modernos y más seguros, que servirán sin duda para reducir drásticamente el número de muertes y accidentes en el ámbito agrario.
UPA