Si bien es fácil comprobar cómo el alza de los cereales desde el verano del 2007, se vio reflejada en el precio de los piensos, no se puede decir lo mismo desde el momento en el que comenzaron los descensos de los cereales.
Para ilustrar esta situación se adjunta un gráfico en el que se analiza la evolución de dos componentes muy utilizados en la formación de los piensos como son el maíz y la cebada, junto a la evolución del precio del pienso pagado por un ganadero de cerdos.
El descenso de las diferentes materias primas son:
·La cotización del maíz en la Lonja de Cereales de Barcelona, muestra un descenso en los últimos meses, que se cifra en un 18 % teniendo en cuenta la última cotización con respecto a finales del mes de septiembre de 2007, y en un 13,13 % con respecto a enero de 2008
·La cotización de cebada en la Lonja de Cereales de Barcelona, al igual que en el resto de materias primas muestra un descenso considerable, cifrado en el 24 % con respecto a primeros de enero de este año y en el 21,6 % en los últimos doce meses.
·La cotización de la soja ha experimentado desde junio del 2008, un descenso importante en su cotizaciones del 21 %.
Teniendo en cuenta estos datos, parece oportuno solicitar que los piensos reflejen esta situación, al igual que cuando las materias primas muestran tendencias al alza, los fabricantes de piensos se lanzan inmediatamente a avisar que estas subidas van a ser repercutidas en el precio del pienso.
El sector ganadero español está en una situación tan dramática que bajo ningún concepto se puede seguir manteniendo la situación que aparece perfectamente reflejada en el gráfico. Es un mal endémico en la economía española el hecho de que cuando el precio de un producto sube ya no hay forma de que baje, salvo en el sector agrario. No estamos sólo hablando de reducción de precios sino de supervivencia de explotaciones, por lo que apelamos a la sensatez del sector de piensos para que en lugar de pretender beneficios inmediatos piensen en el futuro del sector ganadero español.
UPA