El secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), Fernando Moraleda, dijo ayer que la congelación del presupuesto agrario de la Unión Europea (UE) hace aún más necesario que se aplique una modulación de las ayudas agrarias para que las reciban los agricultores de verdad y no los que se dedican simplemente a ser receptores de ayudas.
Así lo indicó ayer Moraleda, que ofreció una rueda de prensa en Toledo para explicar la campaña que su organización va a poner en marcha para informar de las repercusiones que tendrá la ampliación de la UE en el sector agrario.
Moraleda señaló que los jefes de Estado y de Gobierno de la UE han decidido congelar el presupuesto agrario hasta 2013 al mismo tiempo que dan su visto bueno a una ampliación de la UE a 27 miembros para 2007, lo cual hará que la misma cantidad que ahora hay para atender a algo menos de siete millones de agricultores tenga que ser distribuida entre 17 millones.
Indicó que, por ello, tendrá una gran trascendencia cómo se gaste este presupuesto, que deberá, en su opinión, dedicarse a las pequeñas explotaciones, que tendrán más dificultades para mantenerse en un mercado de bajos precios, y no a los grandes propietarios o a "esos agricultores de nuevo cuño con finca en Castilla-La Mancha, pero que viven en Madrid".
"Aprobar la modulación es ahora más importante que antes, porque ya no hay sólo factores éticos, sino económicos, de supervivencia y de mejora de la competitividad", añadió Fernando Moraleda, que explicó que lo que UPA propone es que nadie pueda cobrar más de 25 millones de pesetas al año en ayudas, pues el que percibe esta cantidades "o es un mal empresario, o es un listo que pone hectáreas para luego poner la mano".
En su opinión, las ayudas tienen que ir directamente ligadas a que el agricultor sea agricultor y que viva en un pueblo, porque "no se puede tratar igual a un simple receptor de ayudas que a un agricultor".
El secretario general de UPA criticó la oposición a la modulación del ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, que dijo contesta a las iniciativas que en este sentido han emprendido Extremadura y Castilla-La Mancha "blandiendo la Constitución y amenazando con llevar a estas comunidades al Tribunal Constitucional".
Recomendó a Arias Cañete que, en lugar de "apropiarse de la Constitución", defienda los intereses de los agricultores y ganaderos españoles en Bruselas, "porque en Bruselas hoy por hoy sólo puede sentarse el ministro de Agricultura".
Moraleda mostró también su preocupación porque los dirigentes de ASAJA se ocupen de oponerse a la modulación en lugar de defender los intereses de sus afiliados y a las cooperativas, que quieren "estar en el limbo" y no defienden los intereses de sus socios.
Además, lamentó que el ministro de Agricultura influya "poco" en Bruselas y que las decisiones sobre la política agraria de la Unión Europea las tomen Francia y Alemania, por lo que recomendó a Arias Cañete que dedique más tiempo a "convencer a sus colegas en Europa que a contestar a la UPA".
También acusó al presidente del Gobierno de la Nación, José María Aznar, de hacer omisión del deber que tiene de defender los intereses del país, al aceptar una decisión adoptada por Alemania y Francia y que diga que si la decisión que se ha tomado sobre el presupuesto agrario no es mala para Francia, tampoco lo debe ser para España.
Explicó, en este sentido, que la renta agraria en Francia es el doble de la de España, la productividad llega a ser el triple o el cuádruple de la de nuestro país, según las zonas, y los franceses tiene cadenas de grandes superficies que distribuyen sus producciones a países como España, por lo que Moraleda concluyó que "los intereses de Francia son buenos para los franceses, pero no para los agricultores españoles".
UPA