UPA ‘lamenta la decisión de la Comisión Europea de finalizar la moratoria sobre transgénicos’

Nota de UPA

UPA pone en duda el proceso de evaluación de riesgos en el procedimiento seguido en la autorización del maíz Bt –11, de hecho, hace unas pocas semanas no contó ni con el apoyo mayoritario de los gobiernos de la UE por esta cuestión. Pero más allá de la nueva autorización otorgada por la Comisión Europea, desde UPA se valora de manera muy negativa la decisión tomada por esta institución europea en el sentido que supone un punto de inflexión trascendental con el que se pone fin a la moratoria de facto que venía impidiendo nuevas autorizaciones de productos transgénicos desde 1999.

A pesar de no contar con un apoyo mayoritario a favor de esta nueva biotecnología (de hecho, había una paridad en las posiciones de los distintos países de la UE), la Comisión ha adoptado una decisión que puede provocar graves efectos en el futuro ya que abre la posibilidad de que en los próximos meses y años se vayan autorizando nuevos productos transgénicos. Todo ello a pesar del amplio rechazo que tienen actualmente estos productos y sobre todo ante las incertidumbres por sus impactos en materia de salud o medio ambiente sin olvidar las repercusiones sociales en materia agraria.

En opinión de UPA la propia Comisión se contradice totalmente en sus planteamientos en materia de alimentación y política agraria, ya que por un lado ha planteado una nueva Política Agraria Común (PAC) en la cual debe prevalecer los aspectos de desarrollo sostenible, potenciación de una agricultura de calidad y ecológica y especialmente una agricultura compatible con la conservación de los recursos naturales, mientras que por otro lado, cede ante las presiones de determinadas multinacionales y de EEUU a favor de fomentar la autorización e implantación de nuevos productos transgénicos.

UPA considera un gran peligro avanzar en nuevas autorizaciones en productos transgénicos cuando aún son deficientes las evaluaciones existentes tanto en materia de riesgos sanitarios como medioambientales. Además, aún falta por establecer determinadas regulaciones en materia de prevención ante la contaminación causada por transgénicos tanto en la agricultura tradicional o convencional y en la denominada “ecológica”, así como las responsabilidades directas e indirectas, también es necesario dotar de una mayor transparencia en todo lo relativo a esta nueva biotecnología. Por todo ello UPA solicita a las distintas administraciones públicas un refuerzo en materia de control ante importaciones, etiquetado y también un incremento en la investigación de los posibles efectos causados por estos productos, y sobre todo una gran precaución ante los posibles riesgos futuros y que tenga en cuenta la opinión de la sociedad en esta cuestión

UPA

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