Nota de UPA La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), ha tomado postura desde el principio en la reforma de la OCM del aceite de oliva con una propuesta propia que pretende tener una influencia real sobre las diferentes administraciones responsables, teniendo en cuenta la lógica comunitaria en la que se produce el debate.
Desde el principio UPA ha tratado de lograr la unidad del sector, porque considera firmemente que la propuesta de reforma no puede ser excluyente ni entre territorios ni entre olivareros. Es inconcebible que en estos momentos, que participamos de una discusión comunitaria en la que hemos de superar la profunda injusticia cometida en 1998 con el olivar español, el debate interno esté desplazado al reparto de unos fondos comunitarios que aún no se han asignado, provocando un enfrentamiento entre los diferentes territorios y tipos de olivicultura del Estado.
Por este motivo, el secretario genenral de UPA, Fernando Moraleda, ha enviado una carta a los responsables de cooperativas de las principales zonas de producción de aceite de oliva de España en la que manifiesta que la organización, «sigue reafirmándose en la importancia del consenso en los elementos que, ahora, están en la discusión comunitaria, y para los que contamos con el respaldo de los dos organismos europeos que han de pronunciarse sobre la reforma, el Parlamento Europeo (PE) y el Consejo Económico y Social Europeo (CESE): presupuesto basado en el período transitorio y capacidad de los Estados miembros para decidir sobre el cheque nacional».
«Parece imprescindible, -continúa Moraleda-, que aunemos esfuerzos en el momento decisorio en el que nos encontramos: no podemos pretender que las recomendaciones del CESE y del Parlamento Europeo sean tenidas en cuenta cuando el sector productor europeo más significativo está dividido y así se aprecia en Bruselas. Esta división no hace más que eliminar nuestra capacidad de presión sobre la reforma que finalmente se apruebe.»
UPA es la más ferviente defensora de la unidad. «Por ello,-continúa la misiva- creemos que no podemos perder la oportunidad de alcanzar un acuerdo de mínimos, abandonando las referencias demagógicas a cantidades y porcentajes sobre un presupuesto que desconocemos, para tratar de influir como principal Estado productor en lo que puede ser una reforma satisfactoria para todos los modelos de olivar español, enmendando la injusticia cometida en 1998 y con respaldo de los dictámenes del Parlamento Europeo y del CESE».
Fernando Moraleda acaba la carta solicitando a los dirigentes de las cooperativas una reunión «lo antes posible para alcanzar este acuerdo de mínimos con el que ejercer la influencia que tenemos».
UPA