La zona más afectada por estos ataques es la Sierra Norte y la cabaña más perjudicada ha sido la ovina. En este sentido, UPA Madrid quiere recordar que en esta época del año las ovejas están pastando en el campo y aunque están vigiladas por pastores y personal cualificado, los perros salvajes aprovechan sus ausencias (comida, noche, etc.) para atacar al rebaño.
En sus ataques, los perros matan a las ovejas y en la mayor parte de las ocasiones dejan el ganado muerto en el campo sin apenas tocarlo.
UPA Madrid es consciente de la dificultad que atañe controlar las manadas de perros asilvestrados, pero pide a la Administración que haga lo que esté en su mano para evitar los graves daños que los ataques provocan en el ganado.
La Comunidad de Madrid cuenta con una amplia cabaña ganadera, compuesta por unas 104.000 cabezas de ovino, 19.000 cabezas de caprino y cerca de 105.000 cabezas de vacuno.
UPA Madrid