El secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), Fernando Moraleda, dijo que la propuesta de reforma de la política agraria común (PAC) no es un plan de actuación agraria, sino de «abandono agrario basado en un macroprograma de jubilación anticipada de los pequeños y medianos agricultores europeos».
Moraleda, quien presidió la reunión del Comité Ejecutivo Federal de UPA celebrada en la localidad cacereña de Jarandilla de la Vera, afirmó que la reforma es la más radical que ha tenido esta política desde que se constituyó hace ahora 40 años y expresó su preocupación por la posición española ante un posible efecto colateral consecuencia de las tesis mantenidas frente al problema de Irak.
Para Fernando Moraleda, el comisario Franz Fischler ha propuesto una reconversión de la agricultura y ganadería europea «para dejar que el mercado sea quien determine quién continua y quién no en la agricultura, es decir, lo que plantea es que quien ya está en el mercado se quede con más mercado y que además reciba el conjunto de ayudas que actualmente están distribuidas».
El secretario general expresó su preocupación por los efectos de la propuesta, aunque aseguró que UPA «no va a demonizar a Fischler ni caer en la trampa de confundir a quien propone con quien dispone, porque al final quien definitivamente va a aprobar o no esta reforma son los estados, representados por sus correspondientes gobiernos».
En este sentido, mostró su preocupación por la posición española ante un posible efecto colateral consecuencia de las tesis mantenidas frente al problema de Irak.
«Si España ha escogido un aliado al otro lado del Atlántico para confrontar con los vecinos europeos está cometiendo el mayor error político en la defensa de los intereses generales de los españoles en primer término y de los agricultores y ganaderos europeos y españoles», apuntó Moraleda.
Asimismo, expresó su deseo de que «los aires de guerra que soplan en el mundo, a los que UPA se opone frontalmente, no terminen contaminando la PAC y su salida, que tiene un calendario de decisiones bien preciso y que se está produciendo en las cancillerías europeas en estos momentos».
Moraleda hizo hincapié en que si un dirigente político cree que puede tener una posición en materia de agricultura en contra de los intereses de Alemania y Francia, «es un inepto y no sabe desempeñar su oficio».
En este sentido, subrayó la necesidad que tiene España, como tercer país en percepción de fondos agrícolas, de ponerse a colaborar en el eje franco-alemán y a negociar para buscar una salida consensuada y positiva para los intereses de los agricultores y ganaderos españoles «porque si no van a tomar las decisiones y después nos las explicarán».
Asimismo, anunció que su organización agraria va a hacer «pedagogía social» de los cambios que se propugnan en la reforma de la PAC a través de una campaña de explicación a todos los agricultores y ganaderos españoles.
En esta campaña, dijo Moraleda, les informaremos de las consecuencias de la reforma para su rentas y territorios, «pero también de lo que debe hacer el Gobierno español para impedir que los aspectos más negativos de esta propuesta salgan adelante y terminen por ser no propuestas, sino decisiones».
Por otra parte, y en relación con la situación del sector tabaquero, Fernando Moraleda afirmó que no le gustaría que en España ni los productores, ni el Gobierno, «estuviéramos de alguna manera descontando anticipadamente la reconversión de este cultivo como consecuencia de la ausencia de influencia política para modificar las propuestas de la comisión».
Añadió que UPA no se resignará a aceptar planteamientos procedentes de la Comisión que están cargados de «cinismo» e hizo hincapié en que el Gobierno español tiene la obligación de defender los intereses generales de los agricultores y ganaderos españoles, «por lo que no se puede dar por perdida la posición de defensa de los cultivadores de tabaco españoles».
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