El secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), Fernando Moraleda, instó al presidente del Gobierno, José María Aznar, que se tome el problema agrario y rural como un verdadero «asunto de Estado» y que defienda los intereses del campo español tras «los problemas que puede ocasionar la recién aprobada Política Agraria Común (PAC)».
En la presentación del pasado viernes en Madrid del «Anuario de la Agricultura Familiar 2003», que se ha centrado en la reforma de la PAC, Moraleda destacó que miles de familias agrarias «están preocupadas» por cual va a ser su futuro, «pues de Bruselas sólo le vienen incertidumbres y problemas», e insistió en que el Gobierno español «debe dar la cara» por la solución de estas cuestiones.
Reseñó que los agricultores se enfrentan ahora, con la nueva PAC, a un futuro complicado, con la que los «intereses agrícolas se trasladan al norte de Europa en detrimento de los países periféricos y Mediterráneos, como es el caso de España».
Señaló que en la reforma no aparece ningún factor decisivo de cohesión, pues la propuesta española de introducir una ayuda de cohesión directa a los productores de zonas de bajo rendimiento, desfavorecidas, no se recoge en el acuerdo final.
Moraleda apuntó que la simplificación en la tramitación de las ayudas, tan aspirada por la Comisión Europea, no se ha conseguido de ningún modo ya que las Comunidades Autónomas tendrán que reformar todo el aparato de gestión para hacer frente a una reforma en la que no han tenido ninguna corresponsabilidad política ni de decisión.
Destacó que el «Anuario de la Agricultura Familiar 2003», elaborado por la Fundación de Estudios Rurales y UPA, «analiza la evolución de la agricultura en la Unión Europea desde la creación de la PAC, que cumple en 2003 su cuadragésimo aniversario, su situación actual, y la incertidumbre ante el futuro que se deriva de la reforma aprobada recientemente.
Señaló que se trata de «un informe socioeconómico que ha colaborado, en sus diez años de andadura, en acercar a la sociedad los problemas de la agricultura y el mundo rural que la sustenta.
Resaltó que la publicación periódica de este Anuario ha servido también para que esta organización agraria «sea un instrumento para el cambio, para hacer posible que las familias de campesinos españolas puedan mejorar su nivel de bienestar y pueda respetarse, sobre todo, su cultura, su trabajo y su identidad».
En el acto de presentación se llevó a cabo también la entrega de los premios anuales que otorga la Fundación de Estudios rurales «a aquellas personas, asociaciones e instituciones que hayan destacado por la defensa de la agricultura familiar y el medio rural.
Los premiados han sido el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, el periodista Vidal Maté y el director de cine José Luis Cuerda.
UPA