Las graves dificultades presupuestarias por las que está atravesando este Programa -que incluye las medidas agroambientales, el cese anticipado de la actividad agraria, la forestación de tierras agrias y las ayudas a zonas desfavorecidas- hacen imprescindible por tanto limitar y establecer una gradación de las distintas ayudas para favorecer a quien más las necesitan. En el citado documento se argumenta que las ayudas agroambientales actuales están favoreciendo a las grandes explotaciones y que por ello "es preciso prever una discriminación positiva favorable a las pequeñas y medianas explotaciones". La introducción de criterios de prioridad y degresividad de las ayudas contemplados en la propuesta inicial del MAPA supondrían la inclusión de criterios de cohesión social, carentes hasta el momento en las medidas de acompañamiento de la PAC.
Sin embargo esta modificación del Programa se ha visto paralizada hasta el momento (estaba previsto su presentación en el Comité STAR de la Comisión Europea el pasado 26 de septiembre) debido a fuertes presiones externas contrarias a la implantación de la degresividad de las ayudas porque temen que pueda ser un precedente para una futura modulación de las ayudas directas de la PAC. UPA denuncia este tipo de presiones que están obstaculizando un Programa con numerosas dificultades de índole financiero y cuya única solución, tanto para poder acometer modificaciones en las distintas líneas previstas como para conseguir un reparto con mayor justicia social y dar un contenido más ambiental, pasa por el modelo de la degresividad y priorización de las respectivas ayudas.
Por otro lado, UPA ha pedido al Director General de Desarrollo Rural una clarificación del destino de las diferentes ayudas del Programa. UPA no puede aceptar que con las graves dificultades financieras existentes, se siga potenciando sobremanera el programa de forestación de tierras agrarias, donde los menos beneficiados son los pequeñas y medianos agricultores, en detrimento del resto de medidas. La forestación de tierras agrarias está ocasionando desequilibrios muy importantes en el desarrollo de los objetivos del Programa en su conjunto, y está favoreciendo peligrosos movimientos especulativos en el medio rural.
UPA considera decepcionante el desarrollo del Programa de Medidas de Acompañamiento, tanto por su falta de presupuesto (un tercio son compromisos de pago del período anterior), como por su pésima gestión, con el único logro de que los agricultores y ganaderos hayan perdido la confianza que tenían depositada en estas medidas.
UPA