UPA pide compensaciones por las pérdidas ocasionadas por la vacunación por Lengua Azul

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha pedido a las Administraciones públicas que tomen medidas urgentes para compensar a los ganaderos por las pérdidas que les está ocasionando el programa de vacunación masiva frente a los serotipo 1 y 8 de lengua azul y que se establezca un sistema objetivo que permita establecer el vínculo entre la vacunación y la respuesta de los animales a la misma.

La última orden ministerial, publicada en octubre 2008, establece todo el territorio peninsular como zona restringida frente a lengua azul y señala el 31 de marzo como fecha límite a partir de la cual será obligada la vacunación en los animales de las especies sensibles a esta enfermedad objeto de movimiento.

UPA considera que la mayor flexibilidad en los movimientos de animales que supone esta medida es una noticia positiva, sin embargo, queremos denunciar que la campaña de vacunación que está teniendo lugar para cumplir los objetivos en la fecha prevista está teniendo resultados nefastos sobre la cabaña ganadera.

En este sentido, todos los ganaderos de UPA afectados coinciden en señalar que los principales problemas que tienen tras la vacunación son el incremento en el índice de mortandad de los animales vacunados, el incremento en el número de abortos, los retrasos en los celos y partos, la disminución de la producción de leche y el incremento de los costes por tener que adquirir leche para amamantar a las crías.

Condicionados por el cumplimiento de los plazos, la vacunación no siempre se está realizando en las condiciones más favorables tanto para los animales como para la gestión y rentabilidad de la explotación.

UPA quiere transmitir su preocupación ante esta situación, en la que, de nuevo, los ganaderos ven peligrar la rentabilidad de sus explotaciones por causas ajenas a su control.

Los distintos organismos públicos se niegan a reconocer la relación existente entre la vacunación y los daños a los animales, por lo tanto, en muchos casos, los ganaderos quedan sin ningún tipo de indemnización, asumiendo ellos las pérdidas económicas derivadas de la campaña.

La situación en comunidades como Castilla y León ha llegado a tales extremos que muchos ganaderos apuestan por la parada de las vacunaciones, si bien el problema no es exclusivo de está región pues en Extremadura y Aragón los ganaderos también están teniendo complicaciones.

Desde UPA consideramos que si las autoridades quieren garantizar la colaboración de los ganaderos en el proceso de erradicación de la lengua azul, es imprescindible proporcionarle garantías suficientes de que las pérdidas ocasionadas por el proceso de vacunación van a ser compensadas.

Si no se toman medidas urgentes, el malestar y desconfianza de los ganaderos seguirá aumentando, lo que en nada va a beneficiar al programa de vacunación.

UPA demanda una mayor sensibilización por parte de los organismos públicos ante el esfuerzo que los ganaderos están realizando para cumplir con toda la normativa sanitaria y de bienestar animal que beneficia al conjunto de la sociedad.

Asimismo, demandamos al FEGA que los casos de mortalidad demostrada por la vacuna se consideren como “causa de fuerza mayor” a la hora de pedir la PAC y los derechos de Pago Único en esta campaña 2009, puesto que hay explotaciones que han perdido ganado y no podrán reponerlo de forma inmediata.

UPA

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