UPA pide un frente de rechazo a la reforma de la PAC en 2008

Nota de UPA
El Secretario General de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), Lorenzo Ramos, intervino ayer en el Pleno del COPA (organización de sindicatos agrarios de la UE) que se celebró ayer en Bruselas para defender la necesidad de establecer un frente común de rechazo de todo el sector agrario de la Unión Europea, ante los planteamientos de la Comisión Europea de proceder a una nueva reforma de la PAC en 2008 cuando la actual acaba de ponerse en marcha en 2006.

Para UPA resulta inaceptable que la Comisaria Europea, Marian Fischer Bohl esté planteando realizar nuevos cambios encubiertos bajo el objetivo de simplificar la política agraria común, cuando los agricultores sólo han podido “disfrutar” de los efectos de la reforma intermedia durante una campaña.

Para la organización con esta excusa la Comisión Europea ha propuesto una serie de medidas concretas como la puesta en marcha de una OCM única (organización común de mercado) que siempre llevará consigo la pérdida de algún aspecto favorable en el día a día del agricultor y el ganadero. Igualmente siguiendo con la idea de simplificación, la Comisión Europea parece dispuesta a flexibilizar los criterios para la consideración de superficie elegible para justificar derechos de pago único, lo que puede intensificar los efectos de la denominada “triangulación” y perjudicar claramente a los agricultores tradicionales o avanzar en un desacoplamiento total de las ayudas que imposibilita las soluciones específicas que un Estado Miembro puede tomar con un desacoplamiento parcial.

UPA considera fundamental para los agricultores y ganaderos españoles y europeos una estabilidad en las políticas agrarias que les permita tomar las decisiones adecuadas y realizar las inversiones que consideren oportunas. Con la incertidumbre que reina en el sector agrario es imposible que un agricultor pueda orientarse al mercado tal y como pidió la UE en el año 2003 como excusa para introducir el desacoplamiento de las ayudas. Ningún sector económico seria capaz de afrontar cambios tan profundos en las reglas de juego cada tres años sin entrar en una profunda crisis como le está sucediendo al sector agrario europeo que en tan sólo seis años ha soportado tres reformas radicales y en el plazo de dos años se plantea un nuevo cambio.

UPA