Hace tres años, en marzo de 1999, UPA organizó en Madrid una gran manifestación de agricultores y ganaderos. Una riada humana que recorrió las calles principales de la ciudad encabezada por dos únicas pancartas: "Por el futuro del mundo rural" y "En defensa de la agricultura familiar". Con esta movilización UPA consiguió llamar la atención de la sociedad española sobre los problemas que afectaban en ese momento a los hombres y mujeres que trabajan en la agricultura y la ganadería. Ahora, tres años después, esos mismos problemas se han agravado e incrementado con nuevas incertidumbres, sin que ni desde Europa ni desde el Gobierno español se aporten soluciones. Por ello, UPA vuelve a movilizarse ahora, para llenar Madrid de campo el 23 de marzo y demostrar una vez más que no estamos dormidos ni resignados.La decisión de organizar esta gran manifestación se adoptó en la última reunión del Comité Federal de UPA, celebrada a finales de diciembre pasado, tras analizar el balance del año agrario 2001, constatar los graves problemas que afectan a diferentes sectores y producciones, y evidenciar la falta de responsabilidad del Gobierno español para asumir, con políticas activas y presupuesto suficiente, una mínima respuesta a las demandas del sector.
La convocatoria de la manifestación retoma el eje central de las campañas desarrolladas por UPA en los últimos años, bajo la pregunta ¿Quién es agricultor y ganadero?, que se hizo famosa en los carteles repartidos por UPA en toda España acompañando fotos de agricultores y ganaderos "de verdad" con el retrato de la Duquesa de Alba y Mario Conde, denunciando así el descaro de los "caza-primas", que se lleven la mayor parte de las ayudas europeas al sector, en detrimento de la mayoría de los agricultores y ganaderos de pequeña y mediana dimensión. Una vez planteada la pregunta, la movilización de UPA del próximo 23 de marzo reclama "tener una vida digna" y recoge una serie de reivindicaciones muy concretas: modular las ayudas, crear un Estatuto del Agricultor y Ganadero, mejorar los precios del vino, el aceite de oliva y la leche; recibir ayudas fijas para frutos secos, no pagar los materiales de riesgo en vacuno, y disponer de ayudas directas para el desarrollo rural. Con estas demandas, UPA quiere denunciar también el abandono del sector por parte del Gobierno, que asiste impasible a la pérdida de empleo en la actividad agraria, intenta desplazar hacia los productores la responsabilidad y los costes de crisis tan graves como la de las "vacas locas", se limita a actuar en España como una simple oficina de Bruselas sin iniciativa propia y abandona a su suerte a los cientos de miles de hombres y mujeres que mantienen su esperanza en un futuro de progreso para la agricultura y el medio rural. Asimismo, UPA aprovechará la manifestación del 23 de marzo para entregar al Gobierno las más de 250.000 firmas recogidas en la campaña a favor de la modulación de las ayudas y el Estatuto del Agricultor y Ganadero; unas firmas que proceden tanto del sector como de otros ámbitos de la sociedad, para demostrar así que la modulación es una razón de justicia social y no una simple reivindicación sectorial. Un apoyo de la sociedad a las demandas de UPA que se puso también de manifiesto con el respaldo recibido de los madrileños con la gran manifestación de 1999 y que ahora esperamos volver a tener para llenar Madrid de campo el 23 de marzo.
UPA