Nota de UPA
Para la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) el Reglamento del Consejo sobre la identificación en el sector ovino y caprino “nace cojo” y supondrá a medio-largo plazo unos costes muy altos para los ganaderos españoles. Según el Reglamento del Consejo, a partir del 1 de julio de 2005 la identificación deberá ser con doble crotal o bien crotal y tatuaje -si así lo determina el país- y a partir del 1 de enero de 2008 se aplicará la identificación electrónica de los animales.
El Reglamento aprobado es muy negativo para el sector principalmente porque no contempla sufragar los gastos técnicos de este sistema así como una compensación por los costes de mantenimiento del mismo.
Aunque el Reglamento aglutine las peculiaridades de todos los países, es decir, esta hecho a la carta y no fuerza a una reconversión radical en ningún país de la UE, pero no recoge una financiación clara e integra de este sistema, lo cual puede suponer que el sistema se modifique poco a poco, volviéndose mas exigente hasta alcanzar el grado de obligaciones previsto inicialmente por la Comisión sin contar con ningún tipo de ayuda para los ganaderos.
A estos costes directos de la identificación electrónica -que según los primeros cálculos realizados por UPA hace ya un año alcanzaban los 120 millones de euros (20.000 millones de ptas)- habrá que sumar el tiempo que dediquen los ganaderos al manejo del sistema ya que dado el número de animales medio por explotación que ronda los 400 animales en España y con todas las exigencias previstas actualmente, prácticamente los ganaderos se deberían dedicar solo a mantener el sistema de identificación y registro de sus animales, dado el gran aumento de los procesos de registro y la dificultad en el manejo de estos animales.
Sobre el sistema de doble crotal previsto a partir del año 2005, es imposible que los animales puedan conservar sus dos crotales, ya que se trata de animales que generalmente están todo el día pastando en el campo y la montaña donde es muy probable que pierdan los crotales por enganches con ramas y arbustos y además, contraigan alguna enfermedad a través de la herida del crotal como la mosca o la micosis, que acarrean graves infecciones que incluso llegan a provocar amputaciones y en algunos casos la muerte del animal.
Este sistema electrónico tendrá un coste muy elevado dado que a parte de los dispositivos electrónicos (bolos) que irán dentro del sistema digestivo de los animales, hacen falta unos lectores para obtener los datos del animal y llevar un sistema de registro. Asimismo, hay que destacar la situación geográfica de las explotaciones españolas que siendo el país más montañoso de la EU-15, tiene el handicap de trasladar los sistemas informáticos y de control a estas zonas en su práctica totalidad situadas desfavorecidas siendo además, el país que se encuentra a la cola en el desarrollo informático de la UE. Especialmente afecta esta situación a la especie caprina que a parte de encontrarse en zonas más desfavorecidas y menos accesibles que las ovejas (alta montaña) estos animales se comen instintivamente los crotales unos a otros y el bolo lo regurgitan y escupen, por lo que de salir adelante la normativa en los términos actuales, los ganaderos estarían incumpliendo la normativa seguramente desde el primer día
UPA