Si la situación continua, la UPA movilizará al sector de la almendra que soporta la importación de producto a un precio que ronda los 2,5/kg, precio que fija la cotización de la almendra española a la baja y dificulta la comercialización de la misma, a pesar de la inferior calidad del producto importado.
Esta situación no es nueva y viene siendo denunciada por nuestra organización que ha pedido reiteradamente el control en frontera (desconocemos las toneladas que entran en nuestro país) de las importaciones de almendra de California y que la almendra no sea utilizada como moneda de cambio en los acuerdos del GATT. La UPA también ha pedido que se controle de una vez por todas a los compradores de esa almendra (empresas españolas que a su vez son muchas de ellas OPFH) que se están beneficiando este año mucho más que el anterior por el cambio euro-dólar y que son verdaderos especuladores del precio.
Si a esta situación de indefensión unimos el espectacular incremento de los costes de producción, en torno al 45%, experimentado por los principales factores de producción (gasóleo, fertilizantes, fitosanitarios), unas ayudas que económicamente son las mismas que en 1991, el retraso en el cobro de las mismas y las desigualdades existentes entre comunidades en relación a las ayudas Agroambientales, podemos afirmar que de no tomar medidas urgentes, la falta de rentabilidad económica producirá el abandono de miles de explotaciones y la ruina para más de 20.000 familias que viven del almendro en zonas rurales en las que existen pocas alternativas económicas a este cultivo.
La campaña de almendra se ha caracterizado por la baja producción, inferior al 50% en relación a una cosecha normal, como consecuencia de las fuertes heladas e intensa sequía padecidas. Habiendo variedades como la “Marcona” (muy apreciadas en el sector turronero de Jijona) donde la producción es casi inexistente.
Sin embargo, la escasa producción no se está traduciendo en buenos precios para los productores, como ya pasó en la anterior campaña, ya que se está pagando un 30 % menos en relación a la pasada campaña y hasta un 60% de lo que podríamos considerar un precio económicamente rentable. Los precios percibidos son similares a los de hace 15 años.
Ante esta crítica situación, UPA reclama la reducción de las importaciones de terceros países que están hundiendo el precio de nuestro mercado y exhorta a las administraciones a establecer un adecuado control mediante aranceles, tal y como ya se ha hecho en otras ocasiones.
UPA considera que al igual que en otras producciones agrícolas y ganaderas, se deben impulsar en el sector del almendro medidas para evitar que los productores se vean obligado a vender por debajo de coste y para que puedan trasladar el incremento de éstos a lo largo de la cadena.
La UPA reclama también precios justos para los productores de almendra, no se puede seguir retrasando más el establecimiento de un sistema de diferenciación del origen del producto para poder aprovechar la ventaja comercial que supone la mayor calidad de nuestra almendra, perdiendo nuestros productores una importante herramienta de defensa en el mercado.
Desde la UPA no vamos a permitir que se hunda este sector cuando se pueden aplicar medidas para recuperar la viabilidad económica de las explotaciones. Para ello reclamamos una mayor implicación e interés por parte de las administraciones públicas que hasta hoy no han apoyado suficientemente a un sector del valor económico, social y ambiental como el que ahora se ve en peligro de desaparecer.
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