UPA-UCE de Extremadura exige medidas para paliar las pérdidas obtenidas en las cosechas

Según apuntó la organización agraria, a esas alturas del año, se preveía restricciones de agua para los agricultores, que no podrían regar más del 70% de las hectáreas sembradas. Sin embargo, y como consecuencia del año «excesivamente seco» que se está viviendo, la campaña de riego comenzó antes de lo previsto y a finales de julio las restricciones aumentaron porque no había agua suficiente. Por tanto, la situación se ha ido «agravando» a medida que ha avanzado el verano, apuntó.

UPA-UCE apuntó que se están haciendo valoraciones de las pérdidas que los agricultores pueden sufrir este año en las 9.200 hectáreas de regadío que poseen en la zona, de las que han dejado sin sembrar 1.256, indicó.

Aunque reconoció que todavía es pronto para adelantar cifras, el colectivo señaló que se espera que estas pérdidas sean «considerables» en «todos» los cultivos, en concreto, maíz (5.500 hectáreas), tomate (300 has), pimiento (80 has), tabaco (64 has) y praderas (2.000 has).
Ante esta situación, UPA-UCE Extremadura exigió a las administraciones que tomen medidas para compensar las pérdidas ocasionadas por esta falta de agua, principalmente la condonación de las tarifas de riego a los agricultores por parte de la Confederación Hidrográfica del Tajo, ya que «no tiene sentido pagar un precio por hectáreas que no se están regando».

Asimismo, consideró necesaria la modernización de la red de riego de esta zona del norte de Cáceres que fue construida hace más de 40 años y en la que, según indicó, no se han realizado obras de mejora. Con la mejora de estas infraestructuras, que se encuentran «muy deterioradas», sería posible un «importante» ahorro de agua.

EUROPA PRESS

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