Representantes de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos UPA-UCE Extremadura se han reunido con el director general de Agricultura y Ganadería, Jesús Barrios, para trasladarle la , que ha cerrado una campaña catastrófica, con pérdidas superiores a los 34 millones de euros.
La falta de lluvia al inicio de la campaña ha hecho que el calibre de la aceituna haya sido demasiado pequeño y buena parte de la producción no se haya podido destinar a aceituna de mesa, sino que tendrá que pasar a aceituna para almazara. Para mesa sólo se han podido recoger unos 45 millones de kilos, frente a los 100 millones que se hubiesen cosechado en una campaña normal. Por tanto, los 55 millones de kilos restantes estarán destinados a aceite para almazara.
A ello se suman los precios tan bajos a los que se ha pagado el producto: una media de 0,30 €/kg, cuando lo normal hubiesen sido unos 0,60€/kg. Por tanto, los agricultores no han llegado a cubrir los costes de producción.
Como medidas más inmediatas, demandan una reducción de los módulos de IRPF para el sector, además de una prórroga de al menos dos años para los préstamos oficiales que tienen los agricultores relativos a planes de mejora, incorporación, etc. y también de los préstamos oficiales de las cooperativas relativos a diferentes inversiones que han llevado a cabo y a cuyas amortizaciones no podrán hacer frente este año dadas las pérdidas de esta campaña.
Por otra parte, y dentro de las medidas que pueden contemplarse a través de la Política Agraria Común (PAC), piden ayudas específicas para el sector del olivar tradicional; mecanismos de intervención como el almacenamiento privado, destinado también a la aceituna de mesa, pero a unos precios actualizados al mercado actual; así como mecanismos para reactivar la comercialización a través de la agrupación en cooperativas que puedan contar con ayudas.
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