Esta multinacional, SADA, está incumpliendo el acuerdo interprofesional rubricado por la patronal de las empresas integradoras (Propollo), UPA y otras organizaciones agrarias, el pasado 3 de octubre en Madrid, tras años de negociación y con la mediación del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).
Estas normas mínimas de contratación pactadas deben complementarse con los acuerdos que de manera bilateral puedan llegar empresa y avicultor. Hecho que desde UPA-UCE denunciamos ya que se está llevando a cabo unilateralmente por la empresa SADA. Y es que esta multinacional está amenazando a los productores de no suministrarles pollitos si no firman un anexo unilateral donde se exponen unas condiciones que no son aceptadas por los productores y además, en ningún momento se les presenta el contrato legal que debe regir cualquier acuerdo.
La empresa integradora SADA sigue ejerciendo su posición de monopolio, imponiendo unilateralmente nuevas condiciones “leoninas” en los contratos sin tener en cuenta los acuerdos de Madrid. Entre las cláusulas irregulares, SADA está suprimiendo las “primas de mercado” que hasta ahora han sido fundamentales para asegurar el mantenimiento de esta actividad ganadera y que consisten en remuneraciones adicionales para compensarles cuando el precio del producto sube en destino.
En este contexto, UPA-UCE expresa su profundo malestar por esta vulneración de los pactos suscritos con la patronal de las empresas integradas en Propollo, entre ellas la mencionada SADA, y anuncia que está estudiando acciones legales y de presión para denunciar los abusos sistemáticos a los derechos de los avicultores extremeños.
Bajo los acuerdos de integración se encuentran más de 5.000 granjas que se dedican a la producción de carne en todo el Estado, que permiten poner en los mercados más de 600 millones de aves. En Extremadura, el sector avícola está formada por 250 explotaciones / granjas que producen 15 millones de pollos anuales y generan 6 millones de euros.
Crisis sectorial
El conflicto de los avicultores con la patronal viene a agravar la situación de grave crisis por la que atraviesan estos profesionales, cuyos costes de producción se han disparado un 24,3%, mientras que los precios en origen están estancados y apenas alcanzan los 2 euros por kilo, lo que coloca al sector en su conjunto al borde de la asfixia.
UPA-UCE Extremadura