El ovino es un sector muy importante desde el punto de vista del empleo para nuestra región, por la gran cantidad de puestos de trabajo que genera, lo que lo convierte en un tipo de ganadería de las más sociales que existen.
Sin embargo, el sector del ovino arrastra una crisis estructural motivada por una bajada de precios desde hace varios años, a lo que hay que sumar los problemas derivados de la lengua azul y la subida de los costes de producción provocados por el aumento del precio de los piensos y la bajada de lo que recibe el ganadero por sus productos.
Hay que reconocer que, coyunturalmente, los precios están experimentando una cierta subida en los últimos días, sin embargo, esto no es suficiente para paliar la crisis que sufre el sector. Además, desde UPA–Uce denunciamos que los precios del pienso siguen sin bajar, a pesar de la bajada que se ha producido en el precio de los cereales para los agricultores.
En definitiva, lo que UPA–Uce viene reivindicando desde hace tiempo es la necesidad de elaborar un conjunto de medidas, un plan de reestructuración que garantice la supervivencia de este sector ya que, de lo contrario, se perderá uno de los sectores ganaderos que produce empleo en zonas desfavorecidas donde no existen otras posibilidades de trabajo.
En este sentido, UPA a nivel nacional está participando en la Conferencia de la UE sobre producción ovina organizada por el ministro francés de Agricultura, Michel Barnier, en la localidad de Limoges (Francia). A esta conferencia, por parte de UPA asiste el secretario de ganadería a nivel nacional, Román Santalla, quien trasladará la propuesta de la Organización de elaborar este plan de reestructuración para el sector que incluya entre otras medidas, las siguientes:
-Plan de apoyo para los ganaderos del sector dirigido al mantenimiento de la renta que reconozca la función medioambiental que realiza este tipo de ganadería extensiva en el ecosistema de la dehesa.
-Establecimiento de compensaciones sociales para aquellos ganaderos que, por motivos de edad o dimensión de la explotación, se están viendo obligados a abandonar el sector.
-Una regulación clara del etiquetado a nivel comunitario que permita la diferenciación por parte del consumidor sobre las producciones nacionales y las carnes de países terceros.
-Continuidad de las campañas de promoción de consumo de estas carnes.
Por último, decir que es necesario que la Comisión entienda la necesidad del establecimiento de estas medidas para conseguir la supervivencia de un sector que, en caso contrario, se encuentra avocado a una reestructuración salvaje que conllevará una pérdida de activos muy importante a corto plazo.
UPA-UCE