Las fuertes granizadas han perjudicado gravemente a los cultivos de olivar, viña, tomate, frutal, melón, sandía y cereza de la comarca de Vegas Altas (Santa Amalia, Don Benito, Guareña, etc.), el entorno de Mérida (Arroyo de San Serván, Villagonzalo, La Zarza, Calamonte, etc.) y en Cáceres, las zonas de Campo Lugar, Miajadas y Pasarón de la Vera. En total, son más de 4.000 hectáreas afectadas.
Como consecuencia de este pedrisco, muchas explotaciones han sufrido cuantiosos daños, lo que supone la pérdida de las cosechas de esta campaña para cientos de agricultores de la región. Además de esto, para los fruticultores, olivareros y viticultores, esta situación también trae como consecuencia el incremento de costes necesarios para la reparación de las plantas que en muchos casos se han visto afectadas y que necesitan sus correspondientes tratamientos para su mantenimiento de cara a la próxima campaña.
Por este motivo, desde UPA-Uce Extremadura exigimos que se tomen medidas de carácter urgente para evaluar y cuantificar con la máxima precisión y celeridad posible la magnitud de estas pérdidas. Asimismo, pedimos que se pongan en marcha las medidas de carácter económico, social y político necesarias para auxiliar a todos los agricultores afectados que están pasando por esta difícil situación.
Hay que recordar que estos agricultores tienen que sumar estas pérdidas por las tormentas a la complicada situación por la que está atravesando el sector en general como consecuencia de la subida de los costes de producción (abonos, fertilizantes, gasóleo, etc). Unos gastos que a estas alturas de la campaña ya han realizado, por lo que sólo quedaba esperar los beneficios de la recogida de la cosecha que ahora ha sido arrasada por la lluvia y el granizo.
UPA-Uce Extremadura insta a las administraciones a que actúen con la máxima celeridad para poner en marcha estas medidas ya que de ello depende el futuro de la economía de muchas familias afectadas en nuestra región.
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