Las organizaciones agrarias de UPA y COAG-Iniciativa Rural de Castilla-La Mancha han iniciado hoy en Tomelloso una campaña de recogida de firmas para poner de manifiesto la urgencia de poner en marcha el Plan Especial del Alto Guadiana con recursos suficientes para restaurar el estado hidrológico y medioambiental del acuífero 23 y solucionar la angustiosa situación que viven los miles de regantes de esta zona por las multas y la falta de agua.
Los responsables de ambas organizaciones reunidos hoy en Tomelloso (Ciudad Real) han coincidido en la gravedad del déficit hídrico que se vive en la Cuenca Alta del Guadiana y, sobre todo, en la zona del Acuífero 23. Esta situación ha empeorado aún más de forma coyuntural debido a la actual sequía, pero arranca en realidad desde antiguo y obedece a que, durante dos décadas, la Administración hidráulica no ha adoptado en esta región las medidas adecuadas para satisfacer las necesidades de agua en materia medioambiental, de abastecimientos humanos, de regadío y del resto de actividades que conforman el tejido socioeconómico de los 32 pueblos que se asientan sobre esta área y en los que viven más de 230.000 habitantes.
UPA y COAG-IR evidencian que, hasta ahora, las únicas “actuaciones de política hidráulica” que han llegado hasta la Cuenca Alta del Guadiana para paliar su déficit hídrico han sido los expedientes de multas y de cierre de pozos y que esta situación contrasta muy vivamente con lo que se ha hecho para solucionar el mismo problema en otras regiones, derogando trasvases o aprobando trasvases según conviniera e inyectando cuantiosas inversiones públicas en infraestructuras.
Asimismo, las organizaciones han recordado que si el agua que durante los últimos 20 años se ha enviado al Levante por el Trasvase Tajo-Segura, se hubiera quedado y administrado en la región, hoy el acuífero 23 estaría lleno, las Tablas de Daimiel a rebosar, correrían los Ojos del Guadiana, los pueblos estarían perfectamente abastecidos y los agricultores podríamos regar sin problemas… porque se ha mandado al Levante tres veces más agua de la que hace falta para todo eso.
UPA y COAG-IR pretenden con su campaña de recogida de firmas que los ciudadanos de esta región denuncien que esa solidaridad que Castilla-La Mancha ha tenido a lo largo de todos estos años con otras Comunidades Autónomas constituye una deuda que tiene el Estado con los castellano-manchegos y que es ya hora de que se salde. Para ello, en opinión de ambas organizaciones, se debería poner en marcha con urgencia el Plan Especial del Alto Guadiana, que por Ley tendría que haber estado ya en funcionamiento desde casi cuatro años. Tanto UPA como COAG-IR comparten los ejes básicos de ese Plan y sostienen que debería contar con los suficientes recursos hidráulicos y financieros y con los mecanismos de control adecuados para poder restaurar el Acuífero a su buen estado, acometer con criterios sociales una regularización de las captaciones de los agricultores profesionales y permitir un uso razonable y sostenible del agua de esta región
COAG-IR Castilla-La Mancha