La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) y la Plataforma Avícola Estatal (PAE), mantienen el paro general indefinido y el cierre de granjas de pollos en toda España, a pesar de las presiones que están recibiendo por parte de las grandes empresas integradoras. Las organizaciones convocantes cifran entre el 80 y el 90% el seguimiento de la huelga, según las zonas de producción, y mantendrán la actitud de paro indefinido hasta que la patronal no se siente a negociar y firme el contrato tipo homologado. Según las estimaciones de las dos organizaciones en los días que dura la huelga se han dejado de producir casi 13 millones de pollos y las grandes empresas integradoras pueden haber perdido hasta el momento más de 10 millones de euros.
Para UPA y la PAE, "los empresarios del sector del pollo pretenden seguir manteniendo unas relaciones económicas feudales con los granjeros, lo que está provocando una crisis sin precedentes y el cierre de cientos de granjas familiares". Además "la negativa de la patronal a firmar un contrato tipo homologado sólo busca mantener la opacidad en el mercado para que los consumidores no conozcan los brutales márgenes comerciales que obtienen estos empresario sin escrúpulos. Por ofrecer un ejemplo, mientras que los productores de pollos reciben 0,11 euros por kilo por parte de las empresas integradoras, los consumidores pagan 2,5 euros por kilo, lo que representa unas márgenes comerciales claramente abusivos y refleja unos niveles de usura por parte de los empresarios que para UPA y la PAE podrían constituir un presunto delito económico perseguible de oficio por los tribunales de justicia".
Según UPA, la negativa de la patronal a firmar el contrato tipo homologado tiene como objetivo fundamental dejar fuera del mercado a las pequeñas empresas integradoras que están padeciendo con más intensidad los efectos de esta huelga, lo que beneficiaría a la empresa SADA que incrementaría notablemente su cuota de mercado alcanzando niveles prácticamente de monopolio. El paro general que hoy cumple su octavo día consecutivo se mantendrá mientras las grandes empresas integradoras no firmen el contrato tipo homologado con los productores de pollos de todo el estado, lo que originará el desabastecimiento de este producto de consumo en los mercados a corto plazo.
Según el informe elaborado por UPA y la PAE las pérdidas durante el 2002 ascenderán a 34,7 millones de euros, lo que se traduce en una pérdida de renta por explotación de casi 7.000 euros. El sector productor de pollos en España cuenta con 5.000 explotaciones avícolas que generan 37.500 puestos de trabajo. En España se sacrifican una media de más de 660 millones de pollos al año, con una producción de 1,4 millones de toneladas de carne, lo que representa el 13,5% de la Unión Europea y una facturación de 1.200 millones de euros.
UPA