El principio que opera los aparatos de ultrasonidos es muy sencillo, la unidad se enchufa a la corriente y comienza a emitir unos sonidos de alta frecuencia que están fuera del rango que pueden percibir los humanos. El efecto que tienen los ultrasonidos para las distintas plagas es que al oír o notar la frecuencia, abandonan el lugar por que se sienten molestos. Para evitar que las plagas se acostumbren al sonido y acaben por tolerarlo, muchos de estos aparatos cambian de frecuencia de forma automática o manual.
Entre los aparatos de ultrasonidos más comunes se encuentran los que controlan hormigas en el hogar, las pagas de ratas, los ahuyentadores de mosquitos para interiores y exteriores, los utilizados para combatir los ácaros del polvo y para el tratamiento de la carcoma. Otro tipo de ultrasonidos que se puede utilizar en mascotas es el anti-pulgas para perros.