Organizada por WWF/Adena y la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE), Cartagena ha reunido a 15 representantes de organizaciones de defensa de la naturaleza de Croacia, Grecia, España, Malta, Marruecos, Túnez y Turquía. El objetivo principal: debatir una propuesta conjunta por un aprovechamiento responsable de las pesquerías de atún rojo en el Mediterráneo y una adecuada reglamentación y control de las granjas de engorde y engrase, que están proliferando por buena parte de la costa mediterránea para la exportación de la especie al mercado nipón principalmente.
La reunión se inició el pasado jueves en Cartagena con exposiciones sobre la situación de la pesca de atún rojo y la actividad de engorde y engrase en los diferentes países representados. Durante la reunión, los participantes visitarán la zona costera de La Muela-Cabo Tiñoso, en el litoral de Cartagena, donde se localizan dos de las granjas de engorde de atunes más cuestionadas por su excesiva cercanía a la costa y su localización en una zona de alta sensibilidad ecológica, que ANSE viene solicitando sea declarada Parque Regional y Reserva Marina desde hace varios años.
Las organizaciones harán público un llamamiento para la acción a nivel internacional para adoptar medidas que eviten el descontrol actual en la explotación de la especie en el Mediterráneo, y garantice la conservación de sus poblaciones reproductoras y el mantenimiento de las actividades pesqueras tradicionales. Las ONGs pedirán una moratoria para el establecimiento de nuevas granjas de atún en el Mediterráneo y exigirán a los gobiernos de los países mediterráneos, al ICCAT, al GFCM y especialmente a la Unión Europea, que se incluya una regulación de esta actividad en la actual reforma de la Política Pesquera Común.
La reunión de Cartagena pretende constituir, según los organizadores, un punto de partida para, tras abordar la situación de la problemática del atún rojo, iniciar líneas de trabajo a más largo plazo para buscar apoyos al establecimiento de medidas, reglamentaciones y compromisos reales a escala global por una pesca responsable de las diferentes especies comerciales en el Mediterráneo, así como velar por la conservación de las especies y hábitats que, no siendo objetivos directos de la actividad pesquera, se ven negativamente influenciadas por ella.
Por último, los representantes de las organizaciones mediterráneas asistentes han podido intercambiar impresiones e información sobre otros problemas de la costa, muy similares en tantos países, planteándose muy probables colaboraciones en diferentes líneas de trabajo entre parte de las organizaciones participantes.
WWF/Adena