En un comunicado recogido por Europa Press, el colectivo asegura que está demostrado que en Castilla y León no se cumple la normativa, ya que no se controla la correcta gestión de todos los lodos desde su origen hasta su destino final y que tampoco se tratan de forma eficaz para reducir su poder de fermentación y los inconvenientes sanitarios de su utilización.
Facua ya denunció en 2009 que los lodos de la depuradora de Burgos que se depositan en la Cuesta de Burgos se juntan además con otros procedentes de las depuradoras de las aguas residuales urbanas de Madrid, propiedad del Canal de Isabel II. Estas instalaciones son de Las Rozas, Colmenar Viejo, Pinto, entre otras áreas. La gestión la tiene concedida la empresa SUFI S.A, del grupo Sacryr y Vallehermoso.
Según ha indicado, en esta planta de Burgos se mezclan diferentes tipos de lodos –«prohibido por la legislación«– y una vez secos al aire libre los vende otra empresa. Estos residuos se tiran «indiscriminadamente» en los campos cercanos de los municipios de Villalonquéjar, Tardajos o Rabé de las Calzadas como enmiendas agrícolas en cultivos como patatas y cereales, «llegando sus contaminantes a la mesa través de los alimentos», como añade.
«También se están dando estas irregularidades en la gestión de residuos, en otras plantas situadas en diferentes provincias y con el único interés de abaratar la gestión de los residuos a la empresas que deben pagar por ello», señala.
Facua explica que el 1 de abril de 2011 presentó denuncias ante la Consejería de Agricultura y la de Medio Ambiente porque se están depositando lodos procedentes dos empresas de Torrelavega (Cantabria) «sin ningún tratamiento calorífico» en tierras de labor de Castilla y León. Según asevera, proceden de las empresas Sniace (Sociedad Nacional Industrias Aplicaciones Celulosa Española S.A.) y Solvay Química S.L.
«Está demostrado, que nuestra Región, que la Consejería de Agricultura publicita como ‘Castilla y León tierra de Sabor’ y es ‘Castilla y León tierra de lodos’, está siendo utilizado como vertedero de España –por Madrid y ahora por Cantabria– por la dejadez, complacencia o estupidez, tanto de la consejera (Silvia Clemente) como de la consejera de Medio Ambiente (María Jesús Ruiz), pues no están obligando al cumplimiento de la normativa y no controlan la correcta gestión de todos los lodos desde su origen hasta su destino final, protegiendo el medio ambiente y el suelo», se queja.
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