Alicia Villauriz, además, ha resaltado que la alimentación animal tiene gran importancia tanto desde el punto de vista económico como desde el punto de vista de la seguridad alimentaria, suponiendo desde el punto de vista económico, entre un 60 y un 70 por ciento del total de los costes de producción, variable según la especie ganadera, el sistema de manejo y otros factores de producción.
En España, ha continuado la Secretaria General, se producen aproximadamente 30 millones de toneladas de piensos compuestos en unas 1.200 fábricas. De éstas, el 53 por ciento producen menos de 1.000 toneladas de pienso compuesto por mes, mientras que el 10 por ciento tienen producciones superiores a 10.000 toneladas por mes. El 37 por ciento restante produce entre 1.000 y 10.000 toneladas por mes.
Los cereales y la soja constituyen la base de la formulación de los piensos compuestos y pueden llegar a suponer, en función del sector, hasta el 80 por ciento de la composición global.
Es importante destacar, ha continuado la Secretaria General, que la producción nacional de piensos compuestos depende en gran medida de las importaciones de estas materias primas. En el caso de los cereales, la dependencia es tanto del mercado comunitario como del comercio con terceros países, mientras que en el caso de soja y sus derivados, la dependencia es prácticamente total de países terceros, sobre todo de Estados Unidos, Argentina y Brasil.
Por esta razón, ha añadido Alicia Villauriz, las fluctuaciones en los precios de las materias primas en los mercados internacionales tienen importantes repercusiones en el precio de los piensos compuestos y, como consecuencia, en los costes de producción de los productos ganaderos.
Los años 2007 y 2008 han supuesto en este sentido un gran reto para el sector de la alimentación animal, puesto que han estado marcados por los fuertes incrementos de los precios de las materias primas. No obstante, la situación actual es más favorable, puesto que desde este verano se ha venido observando una bajada continuada de los precios de las materias primas tanto en los mercados nacionales como en los internacionales.
Por otro lado, desde el punto de vista de la seguridad alimentaria, ha señalado la Secretaria General, no se debe olvidar que la producción de piensos es el primer eslabón de la cadena alimentaria y que, en la revisión de la normativa sobre seguridad alimentaria se ha incluido también la normativa sobre seguridad de los piensos.
Como consecuencia de este nuevo enfoque, los distintos operadores que participan en la cadena de producción de piensos y las administraciones públicas, en estrecha colaboración, han hecho un esfuerzo de adaptación para garantizar que los piensos producidos en España son seguros y que se minimizan los riesgos derivados de los mismos para la salud animal, el medio ambiente y la salud pública.
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