Nota de prensa de Adena
En un nuevo informe titulado La huella de la madera del G-8 y China, WWF/Adena revela que los países del G-8 (Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Rusia, EE.UU. y Reino Unido) y China importan las dos terceras partes de la madera, pulpa, papel y muebles de madera del mundo. Determinando los países que exportan productos de madera y sus derivados, y calculando qué proporción podría ser ilegal, el informe sugiere que 53 millones de metros cúbicos de productos de madera y sus derivados importados por el G-8 y China son probablemente ilegales. Esta cantidad es mayor que todas las importaciones de madera del Reino Unido, y el equivalente a una superficie de bosques del tamaño de Bélgica y Holanda juntos. En promedio, el 18% de este comercio satisface las demandas de los gobiernos para materiales como papel, muebles y materiales de construcción usados en escuelas, hospitales, y otros departamentos gubernamentales.
Según el informe, los gobiernos del G-8 y China importan madera de los países productores como Brasil, Camerún, Gabón, Liberia, Indonesia, Malasia, Rusia y Vietnam que han tenido problemas con la tala ilegal. Las importaciones de China, por ejemplo, originarias de países como Camerún y el lejano oriente ruso, en donde el 50% de toda la madera exportada se sabe que es ilegal, y de Indonesia, donde la situación es incluso peor.
"Estoy completamente enterado de las implicaciones de la tala ilegal en el lejano oriente ruso," dijo Leonid V. Korotkov, gobernador de la región de Amur (Federación Rusa). "Debemos parar en el acto la destrucción de los bosques prístinos que quedan en Rusia. Esta es la razón por la cual apoyo completamente el Regalo para la Tierra de WWF/Adena, iniciativa para ampliar el sistema de áreas protegidas de Amur en 1,4 millones de hectáreas."
Los recursos del bosque contribuyen directamente al sustento del 90% de 1.200 millones de personas del mundo de países en vías de desarrollo, que viven en una extrema pobreza. Mientras que los crímenes contra los bosques lleven a la pérdida de estos recursos, los gobiernos tienen que jugar un papel crítico en la dirección de la reducción de la pobreza combatiendo la tala ilegal. El Banco Mundial estima que la pérdida en la renovación de los créditos debido a los costos de la tala ilegal de los gobiernos alcanza los 5.000 millones de dólares anuales, con 10.000 millones más perdidos para la economía de los gobiernos de los países productores.
WWF/Adena insta a los gobiernos a adoptar y poner en marcha las políticas verdes nacionales que especifican que la madera que compran proviene de fuentes legales y bien manejadas. WWF/Adena cree que apoyando la certificación y etiquetando los bosques y productos de madera, según los principios del Consejo de Administración Forestal (FSC), los gobiernos pueden asegurarse de que no están comprando madera ilegal. Los gobiernos deben también buscar acuerdos comerciales bilaterales con los países productores y asociarse con el sector privado a través de la Red Internacional de Bosques y Comercio de WWF/Adena, para apoyar plantaciones, inversiones, y el comercio certificado de la madera y sus productos derivados.
"El G-8 y China, los consumidores más grandes de productos de madera y sus derivados en el mundo, no están adoptando políticas para identificar si la madera que compran es legal", dice el Dr. Paul Toyne, Jefe del Programa de Bosques del WWF-Reino Unido. "En la reunión de Canadá el 26 de junio, los gobiernos del G-8 deben anunciar su compromiso de acordar una política verde. Esto es necesario para garantizar que no se están aprovechando del comercio ilegal de la madera y sus numerosos impactos, especialmente en países productores en las regiones de África y de Asia."
Notas a los redactores:
· Informe de WWF "La huella de la madera del Grupo de los 8 y China: Construyendo el caso para los Procedimientos Verdes por los Gobiernos" se puede encontrar en Web Site de Bosques para la Vida: www.panda.org/forests4life
· La Red Internacional de Bosques y Comercio de WWF/Adena promueve la asociación entre organizaciones no gubernamentales, compañías y gobiernos, para mejorar la calidad del manejo de los Bosque en el mundo. Actualmente tiene más de 850 miembros que están comprometidos con la producción, comercio y fuentes independientes de los productos de bosques certificados. Para más información: www.panda.org/forestandtrade
· El Consejo de Administración Forestal (FSC, por sus siglas en inglés) es la organización internacional coordinadora de la certificación independiente de los bosques bien manejados. Para mayor información visite el Web site de FSC: www.fscoax.org
· Los dos mayores comités ambientales de la Federación Rusa han sido hoy reconocidos como regalos para la tierra de WWF/Adena:
1. 1,8 millones de hectáreas de nuevas áreas protegidas serán creadas antes de 2005 en la región de Primorsky. El gobernador de la región de Primorsky (Primorksy Krai) se ha comprometido en aumentar la red de las áreas protegidas a 17,8% del territorio (2,95 millones de hectáreas) antes de 2005. Este bosque es el hogar de una gran porción de la población del Tigre de Amur, y muchas otras raras especies de animales y plantas en peligro de extinción, como el ginseng y el ciervo almizclero. Sin embargo, están amenazadas por la tala y el comercio ilegal de especies en peligro.
2. Además, 1,4 millones de hectáreas de nuevas áreas protegidas se crearán antes de 2005 en la región de Amur. El gobernador de la región de Amur (Amurskaya Oblast) ha prometido agrandar la red de las áreas protegidas a un 10% del territorio total, o en 3,6 millones de hectáreas antes de 2005. El gobernador también ha anunciado que firmó un decreto que establece 6 nuevas áreas protegidas que suman 734.000 hectáreas como un gran paso hacia la puesta en práctica de este Regalo para la Tierra. La región de áreas boscosas es de especial significación biológica y es el hogar de especies raras y en peligro, incluyendo la cigüeña y grulla rojo-coronada, ambas incluidas en la lista del Libro Rojo de Especies en Peligro de la IUCN. Este regalo para la Tierra también apoya las formas de vida tradicionales de los indígenas locales, los Evenki, protegiendo importantes manadas de sus renos.
WWF/Adena