WWF/Adena quiere llamar la atención sobre el hecho de que el quinto aniversario del vertido del Prestige coincide en el tiempo con varios vertidos de hidrocarburos en distintos puntos del planeta, desde California al Mar Negro. Y en un año en el que ha habido varios accidentes considerables en aguas españolas como los del Sierra Nava (Algeciras) o Don Pedro (Ibiza) o el Samothraki (Gibraltar).
En noviembre de 2003, WWF/Adena publicaba el informe “Prestige, un año después. La marea sigue” que analizaba las repercusiones ambientales, económicas y legales de esta marea negra e incidía sobre las incógnitas que aún quedaban por resolver. Según WWF/Adena, pese a la notable recuperación ambiental que se ha producido desde entonces, muchas de estas preguntas continúan sin respuestas.
Así se recoge en el informe que WWF/Adena ha encargado a científicos de las Universidades de Santiago, Vigo y Coruña – entre otras instituciones – y que hará público la próxima semana, a partir de una revisión de la bibliografía científica disponible sobre el tema (cerca de 200 informes).
El informe destaca el impacto detectado sobre las poblaciones de aves marinas, tras la mortalidad masiva de entre 150.000 y 250.000 ejemplares durante los primeros meses. Impacto que sigue teniendo consecuencias en los años posteriores al vertido. Esta persistencia confirma la entrada del fuel del Prestige en la cadena trófica (alimentaria) marina, pese a la baja solubilidad del mismo. El informe destaca también la carencia de estudios científicos del impacto a medio plazo sobre los recursos comerciales, uno de los aspectos más sensibles de la catástrofe.
Entre los aspectos positivos recogidos en el informe de WWF/Adena destacan: la notable recuperación ambiental de muchas zonas, los avances en seguridad marítima y el profundo cambio de actitud que el Prestige ha supuesto para el sector pesquero de bajura. Ha nacido una conciencia ecológica que se está traduciendo en numerosas iniciativas por parte de cofradías para impulsar la pesca sostenible (como la creación de reservas pesqueras) y la conservación de los ecosistemas marinos.
En cuanto a los avances en seguridad marítima, el nuevo informe de WWF/Adena señala que la mayor parte de los accidentes y vertidos que se han producido en España desde entonces han tenido lugar en algunos de los 6 puntos negros para la navegación identificados por esta organización en 2002. Especial mención merece el caso del Estrecho de Gibraltar, donde resulta imprescindible la adopción de medidas adicionales.
Para WWF/Adena, los continuados vertidos demuestran que los avances en seguridad marítima comunitaria e internacional que supusieron las mediáticas mareas negras del Erika y el Prestige, así como el notable avance en medios que supone el Plan Nacional de Salvamento Marítimo 2006-2009 en nuestro país (que incrementa 6,6 veces el presupuesto, hasta los 1022 millones €) no son suficientes para proteger nuestros océanos y costas de un “nuevo Prestige”.
Juan Carlos del Olmo, Secretario General de WWF/Adena, comentó: “Otra marea negra como la del Prestige resulta perfectamente posible. La presión social que nació de esta catástrofe se tradujo en un notable impulso de la legislación marítima internacional pero, con el tiempo, se han paralizaron estas reformas. Nos hemos quedado a medio camino”. Y añadió: “la OMI y la UE deben completar las reformas legales –como la identificación de lugares de refugio- y el Gobierno español debe reforzar las medidas de seguridad bajo su competencia; en especial, las que afecten a los puntos negros como el Estrecho de Gibraltar”.
WWF/Adena