Asimismo, pide a los agricultores que sean responsables con su comarca. Tan sólo dos solicitudes acaparan tanta agua como el consumo doméstico de 100.000 personas en un año.
WWF/Adena considera preocupantes las solicitudes de concesiones de aguas realizadas por dos fincas de arrozales en La Puebla del Río. Entre ambas solicitudes se ampliaría el arrozal en 167 nuevas hectáreas y las fincas consumirían una cantidad de agua que equivale al consumo doméstico de 100.000 personas a lo largo de todo un año. No obstante, aún preocupa más a WWF/Adena la posibilidad de que el único interés en este cultivo consista en vender las tierras y hacer un negocio con la transferencia del agua a Almería, en perjuicio de Doñana y de los demás usuarios del agua en el Guadalquivir.
Esto ocurre en un año en el que precisamente la dotación de agua para este cultivo ha tenido que reducirse, debido a las restricciones que impone el bajo nivel de los embalses andaluces. La finca arrocera ‘El Italiano’ ha sido autorizada por el Ministerio de Medio Ambiente para vender el agua asociada a sus tierras a empresas hortofrutícolas de Almería que pretenden utilizar en sus invernaderos de la costa el agua inicialmente concedida para el cultivo del arroz. WWF/Adena había solicitado anteriormente que se evaluaran ambientalmente estas transacciones de agua y aún no dispone de un borrador para la regulación de los futuros ‘Bancos de Agua’.
A estas solicitudes hay que sumar las que se están realizando al Norte y al Oeste de Doñana para aumentar el regadío. En el caso de la finca Pichardo (municipio de Aznalcázar), se da la paradoja de que se solicitan pozos muy cerca de los Hatos, donde la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ha clausurado varios pozos ilegales en el último año. Los expertos en aguas subterráneas han destacado las consecuencias negativas de las extracciones de agua subterránea sobre las fresnedas, lagunas y marismas del Parque Nacional de Doñana, además de provocar la progresiva salinización del acuífero.
Otros regantes de Doñana han optado por solicitar concesión de uso de aguas superficiales, por ejemplo, en Moguer se han solicitado 36 litros por segundo del arroyo de las Madres para regar 93 hectáreas de frutales y helechos. Los arroyos de los que se pretende extraer agua están protegidos por la UE, son temporales y en la mayor parte de los casos su agua procede del acuífero. Por ello, WWF/Adena ha solicitado a la Agencia Andaluza del Agua que deniegue esta solicitud al tratarse de una extracción encubierta de agua del acuífero.
WWF/Adena ha presentado alegaciones y alternativas para la conservación frente a las diferentes solicitudes presentadas. Eva Hernández, responsable de WWF/Adena para Doñana, pide responsabilidad a la Confederación del Guadalquivir y a la Agencia Andaluza del Agua para que no autoricen la especulación ‘hídrica’ ni el aumento de superficie de regadío. Esta organización considera que los propios agricultores están poniendo en riesgo el futuro abastecimiento de agua en la comarca, tanto para uso agrícola como urbano y ambiental.
WWF/Adena