En un desayuno-coloquio que tuvo lugar el lunes, la Ministra de Agricultura, Elena Espinosa, intentó “legitimar ante la sociedad la agricultura de regadío”. A pesar de que se han señalado las oportunidades que ofrece el medio ambiente para el desarrollo rural, WWF/Adena destaca la falta de estrategias por parte del Ministerio.
WWF/Adena analiza de forma muy crítica el trabajo del Ministerio de Agricultura ya que, a pesar de considerar el regadío como un sector estratégico, adolece de un plan estratégico plurianual para gestionarlo.
Sobre el futuro uso del agua en el regadío, la Ministra ha obviado la existencia de 510.000 pozos ilegales, de los cuales se abastece una sexta parte del regadío. También llegó a negar que España estuviera “ante un cambio climático rotundo”. Finalmente, eludió pronunciarse sobre los transgénicos en la agricultura.
A la pregunta de Guido Schmidt, responsable del Programa de Aguas Continentales de WWF/Adena, la Ministra afirmó con rotundidad que no se creará “absolutamente ninguna” hectárea nueva con el llamado ‘Plan de Choque’ aprobado por Real Decreto. De forma contraria, el Ministerio de Medio Ambiente ya confirmó hace dos semanas a WWF/Adena que con el Plan se transformarán 696 hectáreas de secano a regadío en Valencia, y que se modernizarán miles de hectáreas ilegales en Murcia. WWF/Adena anunció antes de la aprobación del Real Decreto que el supuesto ahorro de agua se volvería a gastar en el regadío, haciendo que este fuera cada vez más vulnerable a las sequías y al cambio climático.
En cuanto al consumo energético, la Ministra afirmó que la modernización de regadíos reduce el consumo energético en las explotaciones, cuando la realidad es que aumenta debido a la mayor presión que requieren los sistemas de riego modernizados. Por ello, WWF/Adena insiste en la necesidad de evaluar previamente la idoneidad de las tecnologías de riego empleadas en cada zona regada y según los cultivos, con el fin de contrastar los consumos y ahorros de agua y energía de forma conjunta.
WWF/Adena señala como aspectos positivos el reconocimiento de la Ministra de la actual “eficiencia media-baja” del uso del agua por el sector, la necesidad de que “los regantes se incorporen al debate de la nueva cultura del agua” y el destacar las oportunidades que ofrece el medio ambiente al desarrollo rural.
Guido Schmidt concluye: “la administración agraria en España necesita urgentemente una estrategia a medio plazo para que el regadío pueda afrontar la reforma de la política agraria europea y el cambio climático. El Ministerio demostró el lunes que carece de ella y que considera el regadío como única alternativa válida para el desarrollo rural en España, cuando la Unión Europea obliga a incorporar en las estrategias a la red Natura 2000, el Protocolo de Kyoto, la desertificación y la Directiva Marco del Agua.”
WWF/Adena