WWF/Adena exige medidas reales para salvar a los ríos del impacto del cambio climático

WWF/Adena ha presentado una serie de casos procedentes de cuatro continentes, mostrando que las intervenciones para mejorar ahora la situación de los sistemas acuáticos que han sufrido agresiones ambientales, han hecho aumentar su capacidad para amortiguar los impactos del cambio climático que se esperan en el futuro.

Jamie Pittock, investigador de sistemas dulceacuícolas de WWF/Adena, declaró: “Muchas de las acciones que podemos acometer ahora sólo pueden tener buenos resultados. Hablamos, por ejemplo, de mejorar la gestión de los ríos y restaurar la capacidad de almacenamiento y de amortiguación de las inundaciones de las llanuras fluviales y los humedales. Todas estas acciones tienen una rentabilidad económica, social y ambiental a corto plazo. Si, además, todo ello sirve para aumentar la resistencia de los ríos al cambio climático, tendremos entonces un beneficio añadido”.

En el lanzamiento del informe de WWF/Adena “Agua para la vida: lecciones para la adaptación al cambio climático mejorando la gestión de los ríos para las personas y la naturaleza” (Water for life: Lessons for climate change adaptation from better management of rivers for people and nature), Pittock afirmó que las estrategias de adaptación al cambio climático serán totalmente ineficaces si ignoran los sistemas dulceacuícolas.

Pittock añadió: “Proponer objetivos de biocombustibles sin considerar de dónde va a venir el agua para los cultivos energéticos es un rumbo seguro para empeorar la crisis del agua en muchas regiones y desarmar a muchos sistemas acuáticos ante los acontecimientos climáticos extremos”.

La construcción de nuevas presas para energía hidráulica fragmenta, aún más, los ríos y daña a las especies de agua dulce que tienen que migrar río arriba o abajo para adaptarse al cambio climático y que constituye una fuente alimenticia importante para millones de personas.

Los estudios de campo de WWF/Adena muestran que los trabajos en curso, abriendo las llanuras y los humedales de inundación del Danubio y conectando de nuevo los lagos con el río, está mejorando la pesca y la disponibilidad de agua potable, las aves están volviendo y se ha reducido la vulnerabilidad ante las inundaciones.

El coste de la restauración de los 37 lugares que conforman el Corredor Verde del Bajo Danubio se ha estimado en 183 millones de €. Los daños de las inundaciones de 2005 fueron de 396 millones de € y las ganancias de la restauración probablemente ronden los 85,6 millones de €. Para WWF/Adena este es un ejemplo de verdadera adaptación al cambio climático, aunque no se la haya considerado bajo esta perspectiva.

El Gran Río Ruaha de Tanzania dejó de fluir de forma permanente en 1993, tras años de disminución de precipitaciones y de extracciones de agua cada vez mayores. Esta sequía estacional ha puesto en peligro la generación de energía hidroeléctica, de vital importancia para el país, afectando también al turismo y reduciendo los medios de vida de las comunidades ribereñas.

La creación de asociaciones locales de usuarios y los trabajos de restauración de la cuenca de recepción, la reorganización de las captaciones de agua de las empresas agrícolas más importantes y la persecución de las tomas ilegales, han dado como resultado la reanudación en 2004 del flujo continuado durante todo el año del río al importante humedal Ihefu. Se ha mejorado así la seguridad del suministro de agua y ha mejorado la situación de las comunidades locales.

La restauración de depósitos de agua colmatados y abandonados que se utilizaron hace unos 1.200 años para recoger las aguas monzónicas en un afluente del río Godavari de la India, está elevando el nivel de las aguas subterráneas sobreexplotadas, haciendo manar fuentes secas y mejorando la fertilidad del suelo y las cosechas de los campesinos más desfavorecidos. Ampliar este proyecto para cubrir todos los depósitos de la zona costaría 637 millones de dólares y almacenaría una cantidad de agua similar a la que embalsaría una presa en proyecto que va a costar 4.000 millones de dólares, aparte de los impactos sociales y ambientales negativos de la presa. Para Pittock, este es un ejemplo de adaptación que respeta los intereses de las comunidades locales y produce beneficios inmediatos.

En el Yangtse central, en China, WWF/Adena comenzó a trabajar con las comunidades locales en 2002 para volver a conectar lagos y humedales con el fin de recoger las crecidas y luchar contra la grave contaminación relacionada con el aumento de las temperaturas y la sequía. Como beneficios laterales se ha aumentado la diversidad y cantidad de pescado y se ha mejorado el acceso al agua potable.

WWF/Adena constata que la mayoría de las iniciativas de restauración de los ríos que mejoran su resistencia al cambio climático son consecuencia de algún desastre. Y opina que resultaría más inteligente hacer el camino inverso, mejorando la situación de los ríos y fortaleciéndolos, de modo que estén preparados para evitar o amortiguar el impacto de las catástrofes.

WWF/Adena ha publicado también una revisión sobre la adaptación al cambio climático en forma de guía para planificadotes y gestores.

WWF/Adena

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