El corcho de las Sierras de Calderona y Espadán tiene ahora un nuevo valor añadido. El certificado FSC, que la empresa familiar Oret Subericultura ha conseguido para las cerca de 1.000 hectáreas que gestiona en estas sierras castellonenses, eleva las expectativas del mercado local corchero.
Según Félix Romero, Responsable de Bosques de WWF/Adena, “Confiamos en que este logro de Oret Subericultura motive a otros propietarios de alcornocal a defender su producto en el mercado certificando sus montes. El corcho necesita ser identificado por los consumidores como un producto ecológico de origen sostenible frente a los tapones sintéticos, y el sello FSC es el mejor icono, por su reconocimiento mundial y las garantías de explotación social y ambientalmente responsable.”
Para WWF/Adena, este certificado tiene un significado muy especial por haberse otorgado a la gestión de alcornocales en una zona de alto valor ecológico, donde la extracción sostenible del corcho es un pilar esencial de la economía local. Además, marca un hito en la puesta en valor de este producto tradicional del monte mediterráneo cuyo mercado está amenazado por los productos sustitutivos en la industria de taponamiento de vinos.
Según Adolfo Miravet, Ingeniero Forestal de Oret Subericultura: “El corcho de Espadán, que es de gran calidad, va a serlo todavía más, gracias a la gestión sostenible que garantiza el certificado FSC. Nuestra empresa de fabricación de tapones Espadan Corks está trabajando ya en la trazabilidad, y en breve, lanzaremos al mercado tapones de corcho de nuestros bosques certificados.”
WWF/Adena, a través de su campaña “Corcho Sí. Alcornocales vivos”, ha tomado postura a favor de los productores corcheros, en defensa del uso de este material. Sin embargo, la organización insiste en la importancia de mejorar la gestión forestal del monte alcornocal en un escenario donde el buen estado de conservación de estas valiosas masas forestales está amenazado por elementos como la ausencia de regeneración natural, el complejo proceso de decaimiento fisiológico de “la seca” o el propio mercado del tapón sintético que amenaza la rentabilidad del alcornocal y, con ello, puede dar lugar a su futuro abandono.
WWF/Adena