Un nuevo informe de WWF/Adena publicado muestra que los gobiernos de todos los países de la UE no están combatiendo eficazmente las talas ilegales. Permitiendo que enormes proporciones de la madera que importan procedan de fuentes ilegales están, de hecho, estimulando las talas ilegales en todo el mundo. El informe califica a los 12 países de la UE con la ayuda de 9 pasos necesarios para resolver el problema. Ninguno de los países obtiene buenas calificaciones en todos los aspectos analizados.
De acuerdo con el Barómetro Europeo sobre Talas Ilegales “online” de WWF/Adena, Reino Unido obtiene la mejor calificación (puntuando de moderado a bueno) y se sitúa claramente por delante de Dinamarca, Alemania y Suecia que puntúan moderadamente como media. Austria, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, España, Italia y Portugal obtienen calificaciones bastante malas. El estudio pone de manifiesto que la mayoría de los gobiernos apoyan los esfuerzos de la UE para ilegalizar las importaciones de madera de fuentes ilegales a escala europea, parar las talas ilegales en los futuros miembros y candidatos a la UE y poner en funcionamiento los mecanismos voluntarios propuestos para impedir que la madera de origen ilegal entre en la UE. Por el contrario, fallan en aplicar medidas decididas en el caso de su comercio interno.
Por ejemplo, mientras que los gobiernos de la UE compran el 20% de todas las importaciones de madera para utilizarla en obras públicas, sólo 6 países (Austria, Dinamarca, Francia, Alemania, Grecia y Reino Unido) se han comprometido a comprar madera procedente exclusivamente de fuentes legales y sostenibles. Y, de todos ellos, sólo Reino Unido está controlando la puesta en práctica de esta política de compras públicas.
El Reino Unido es también el único país que tiene acuerdos con un país productor (Indonesia) para combatir la tala ilegal y el comercio asociado. Según WWF/Adena, iniciativas similares lanzadas por otros países de la UE no incluyen objetivos claros para reducir activamente la importación de madera ilegal, por lo que no pueden considerarse acuerdos efectivos.
Duncan Pollard, Director del Programa Europeo de Bosques de WWF/Adena, dijo: “El comercio mundial de madera de origen ilegal es un negocio multimillonario y, por su poder adquisitivo, los países de la UE tienen la ineludible responsabilidad de reducirlo. Estos países han de acelerar sus esfuerzos para controlar una actividad ilegal que destruye la naturaleza, empobrece a las comunidades locales y distorsiona el mercado. No hay excusa para inhibirse; el compromiso es bueno, pero ya es tiempo de pasar a la acción”.
La mitad de la madera que se importa a la UE procede de Rusia y Europa Oriental y una proporción significativa es de origen ilegal. Informes anteriores de WWF/Adena han mostrado que, por ejemplo, procede de fuentes ilegales hasta el 50% de la madera del lejano oriente ruso y de Estonia; hasta el 20% de Lituania y el 27% del noroeste ruso. Aunque la información procedente de los países de en vías de acceso y candidatos a la UE es fragmentaria, WWF/Adena sospecha que la tala ilegal es un gran negocio en todos ellos. Así mismo, teme que va a entrar en la UE más madera de talas ilegales procedente de Rusia a través de los países en vías de acceso.
WWF/Adena, a través del nuevo instrumento creado que es el Barómetro Europeo de Talas Ilegales, continuará haciendo un seguimiento de los compromisos, tendencias y acciones contra la tala ilegal de los gobiernos europeos en los próximos meses.
Jacob Andersen, del Programa Forestal de WWF/adena, añadió: “A menudo los gobiernos se manifiestan como si estuvieran haciendo todo lo que está en su poder para disminuir las talas ilegales y el comercio de esa madera. Pero la realidad es bien diferente. Nuestro nuevo Barómetro de Talas Ilegales “online” hace posible que cualquier persona pueda saber quien hace cosas de verdad y quien se contenta con declaraciones altisonantes”.
Raquel Gómez, Responsables de Bosques de WWF/Adena, apuntó para el caso de nuestro país: “España es uno de los mayores importadores europeos de madera de la cuenca del Congo (África central) con una tasa de talas ilegales de hasta el 80% en algunos países. También están creciendo las importaciones de países como Polonia, Letonia y Estonia, donde las talas ilegales pueden suponer hasta un 50% del total. En conjunto, el 10% de las importaciones españolas de madera pueden proceder de talas ilegales. Con este panorama, España no puede continuar entre los últimos países de Europa y debe, por el contrario, mostrar un liderazgo en la lucha contra este gravísimo problema”
WWF/Adena