WWF/Adena presentó un informe en la octava Conferencia de las Partes del Convenio de Biodiversidad (Curitiba, Brasil, 20-31 de marzo) que demuestra cómo proteger pandas, tigres o gorilas no sólo logra evitar la extinción de esas especies sino, además, mejorar los niveles de vida de las comunidades humanas locales.
Resumen del informe (inglés)
El informe, que contiene seis estudios de casos, muestra que el trabajo en protección de especies de WWF/Adena ha ayudado a erradicar la pobreza y el hambre, así como a promover un desarrollo sostenible y justo en zonas rurales de países como Nepal, Uganda, India, Namibia, Costa Rica y China.
Los estudios de casos prueban que la conservación y el uso sostenible de las especies y sus hábitats implican una mejora de la protección de bosques, ecosistemas acuáticos y áreas marinas. Como resultado de la mejora ambiental producida, los campesinos pobres que dependen de esos ecosistemas consiguen mayor acceso a los bienes y servicios que proporcionan. Como consecuencia aumentan sus ingresos pero, además, mejora su acceso al agua potable, la salud, la educación y, muy frecuentemente, mejora también la situación de las mujeres.
Según el informe, muchos proyectos de ecoturismo basados en la observación de especies silvestres (como tortugas marinas, pandas y gorilas de montaña) generan ingresos importantes para los poblados. Al aplicar los conocimientos obtenidos del movimiento de las especies dentro y entre sus territorios, se obtiene una ayuda inmejorable para hacer realidad una planificación sostenible de los usos del territorio.
La Dra. Susan Lieberman, Directora del Programa Mundial de Especies de WWF/Adena, lo explicó así: “Con mucha frecuencia, las causas de la desaparición de especies son las mismas que ocasionan la pobreza, como son la destrucción de hábitats y la pérdida de recursos naturales. Nuestro informe proporciona evidencias de que lo que es bueno para las especies amenazadas es bueno también para las personas”.
Por ejemplo, en Tortuguero (Costa Rica), las tortugas vivas producen más ganancias a la economía local de lo que su carne y huevos valieron jamás en el mercado. La comunidad apoya por ello de forma decidida las medidas de conservación para aumentar el ecoturismo. Durante los últimos 30 años tanto el número de tortugas como el de turistas no han dejado de aumentar.
Los bosques comunales en algunas regiones de Nepal ha llevado a la restauración de pasillos vitales para la supervivencia de la población residente de tigre. WWF/Adena ayuda a la población local a gestionar y beneficiarse directamente de los recursos forestales. Según el informe, algunas comunidades pueden ganar anualmente 4.000€ de la explotación de los recursos forestales.
En el pueblo indio de Farida, un programa de concienciación de WWF/Adena para la conservación del escaso delfín del Río Ganges ha ayudado a que la comunidad comenzara a solucionar sus necesidades básicas. Después de siete años de desarrollo del programa, el número de familias por debajo del umbral de la pobreza ha disminuido de modo significativo.
El informe muestra, así mismo, que más del 60% de las personas que viven en el entorno del Parque Nacional del Bosque Impenetrable de Bwindi en Uganda, que protege los hábitats del gorila de montaña, sienten que se benefician económica y socialmente del bosque. Otros ejemplos muestran que en China las prácticas forestales dañinas en las reservas disminuyen cuando se le proporcionan fuentes de ingresos alternativas a las comunidades, como las iniciativas agrícolas y ganaderas proporcionadas por WWF/Adena en el contexto de su proyecto de conservación del panda gigante. En Namibia, la creación de zonas donde la población local puede gestionar sus recursos silvestres ha dado como resultado una mejor gestión de las especies silvestres, mayores poblaciones salvajes, desarrollo ecoturístico y mayores ingresos para las empresas comunales.
Mientras transcurre la conferencia del Convenio de Biodiversidad, WWF/Adena hace pública su firme creencia de que los gobiernos deberían integrar la conservación de especies en sus programas de erradicación de la pobreza.
La Dra. Lieberman añadió: “Parece muy irracional que se gasten miles de millones de euros para reducir la pobreza y promover el desarrollo sostenible sin considerar las conexiones entre el desarrollo sostenible, el medio ambiente sano y la conservación de las especies. Ha llegado el momento de hacer las conexiones y actuar en consecuencia”
WWF/Adena