WWF/Adena solicita un giro definitivo en la política pesquera y de regadío del mediterráneo

WWF/Adena demanda un giro en las políticas actuales, ya que suponen un uso insostenible de los recursos que no sólo ponen en peligro al medio ambiente, sino el futuro socioeconómico de la región.

Aprovechando la reunión de los Ministros de Agricultura y Pesca de los países Mediterráneos, que se centrará en la gestión sostenible del regadío y la pesca, WWF/Adena advierte, una vez más, que estas políticas requieren un cambio radical si se pretende preservar los recursos naturales y socioeconómicos de la región.

Así, para lograr un uso sostenible del agua de riego en el Mediterráneo, sector que consume la mayor parte de los recursos hídricos de la zona, WWF/Adena solicita que el esfuerzo de los países desarrollados se centre más en la modernización de los regadíos existentes, que en la transformación de nuevas superficies. La auténtica modernización ha de conducir a un ahorro neto de agua que debe emplearse, al menos en parte, en la recuperación de ríos y acuíferos.

En una región en la que la disponibilidad de agua disminuirá a lo largo del siglo hasta en un 40%, aumentando la competencia entre diversos sectores, resulta necesario redistribuir y gestionar adecuadamente el recurso para evitar conflictos posteriores y daños ambientales irreparables. El control de las extracciones de agua debe ser otro de los pilares de una política sostenible de regadíos, impidiendo el riego ilegal, causante del agotamiento de acuíferos y promotor de competencia desleal en los mercados. Cabe recordar que, tan sólo en España, existen más de 510.000 pozos ilegales que impiden una gestión adecuada de los recursos hídricos.

La expansión del regadío es también uno de los principales motores para la construcción de presas con significativo impacto ambiental, no sólo sobre ríos y humedales, sino también sobre el mar Mediterráneo.

WWF/Adena quiere que se dejen de emitir mensajes falsos como el tan utilizado de “el agua de los ríos se pierde en el mar”. Es imprescindible que el agua de los ríos llegue al mar, no sólo para mantener zonas naturales de alto valor, como el Delta del Ebro o del Nilo, sino porque el futuro de pesquerías estratégicas (como la anchoa, el boquerón o la sardina) depende de los aportes de agua dulce y nutrientes que los ríos vierten al mar. El turismo de mar y costa, sector económico clave en los países mediterráneos, depende también de la arena que los ríos aportan al mar, originando y regenerando de forma natural las playas del Mediterráneo.

En cuanto a la política pesquera, WWF/Adena ha solicitado recientemente una moratoria por tres años a la pesca del atún rojo, debido a la caótica gestión de esta pesquería que la está llevando al colapso. Este es un caso paradigmático de la situación de otras pesquerías mediterráneas, como la del pez espada. El uso de artes de pesca ilegales, como las redes de deriva, dinamita o cianuro, están poniendo en peligro otras especies. WWF/Adena solicita de los países mediterráneos un compromiso real por una pesca sostenible, que suprima las artes de pesca dañinas, elimine la pesca ilegal, no regulada o no reglamentada, e incremento los sistemas de control y vigilancia. Por otra parte, los gobiernos mediterráneos deben promover que las comunidades pesqueras locales sean protagonistas de la gestión pesquera mediante la creación de nuevas reservas de interés pesquero

Juan Carlos del Olmo, Secretario General de WWF/Adena, declaró: “El Mediterráneo es un mar semicerrado que, junto con sus cuencas fluviales, va a verse afectado drásticamente por el cambio climático. La agricultura y la pesca son dos de los sectores económicos más importantes en la región, por lo que esta reunión de Ministros de Agricultura y Pesca resulta crucial para el futuro”. Y añadió: “La salvaguarda integral de los ríos y deltas mediterráneos debería ser una prioridad para los Ministros, materializándose en compromisos firmes que se alcancen en la reunión”.

WWF/Adena

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