WWF aplaude el avance sobre cambio climático de la CBI

Tras una semana de negociaciones, la Comisión Ballenera Internacional (CBI) ha adoptado una resolución trascendental sobre cambio climático en el último día de su reunión. No obstante, WWF denuncia que no se ha avanzado en asuntos que obstaculizan tradicionalmente su progreso, como ocurre con la caza de ballenas realizada por Japón bajo el pretexto de la investigación científica.

Los países miembros de la CBI acordaron ayer unánimemente adoptar una resolución sobre cambio climático, promovida por EEUU y Noruega. Los 85 países han debatido durante una semana los asuntos de mayor importancia relacionados con las ballenas, aunque han decidido posponer para finales de año la mayor parte de las decisiones críticas.

La resolución plantea el cambio climático como una de las principales amenazas a la supervivencia de las ballenas, y urge a los gobiernos a reducir sus emisiones de carbono en la próxima reunión sobre cambio climático de la ONU, en el camino previo hacia Copenhague.

La doctora Susan Lieberman, responsable del Programa de Especies de WWF Internacional, explica: “Es un desarrollo muy positivo que puede ayudar a que las próximas negociaciones sobre cambio climático tengan en cuenta su impacto en la preservación de la biodiversidad”, y añade: “No obstante, los miembros no se han puesto en marcha para frenar la caza comercial de ballenas fuera del control de la CBI, un problema fundamental al que se debe dar una respuesta prioritaria. Lamentablemente, a día de hoy, sigue igual”.

Como ejemplo, los países que conforman la CBI no han actuado en el asunto de la ‘caza científica’ llevada a cabo por Japón, un error que ha llevado a la muerte a miles de ballenas, particularmente en el Santuario Ballenero Antártico. Bajo el disfraz de la investigación, Japón ha continuado desafiando la moratoria total a la caza establecida en 1986, con el pretexto de que es necesario sacrificar estos animales para responder a cuestiones científicas.

Aunque los países miembros de la CBI no se han pronunciado en muchos de los asuntos relacionados con la caza de cetáceos, sí que se han producido avances en otros asuntos clave, que requieren una atención inmediata. Entre ellos, destacan la protección de las poblaciones de pequeños cetáceos, como los delfines o las marsopas.

La publicación durante la reunión del viernes del informe de WWF ‘Pequeños cetáceos, las ballenas olvidadas’ deja constancia de cómo estos mamíferos encuentran la muerte por causa de la polución, la pérdida de hábitat, la caza o las redes de pesca no selectivas. Sus problemas se ven agravados, además, por la falta de medidas de conservación, eclipsadas por las grandes ballenas.

El apoyo a los pequeños cetáceos llegó de la mano de Australia. El ministro de medio ambiente de este país, Peter Garret, ha anunciado la donación de 300.000 euros para la conservación y la protección de los pequeños cetáceos. Al mismo tiempo, se ha previsto un seminario en el mes de noviembre para hacer frente a los problemas de estas especies y su relación directa con el cambio climático.

Como recuerda la doctora Lieberman: “Es hora de que la CBI cumpla sus compromisos y se dedique firmemente a la conservación de todas las ballenas, grandes y pequeñas, transformándose finalmente en una convención del siglo XXI

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