La organización muestra su preocupación por el desinterés del Gobierno central y las comunidades autónomas a la hora de impulsar la Ley de Conservación del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, y urge las administraciones a acelerar su puesta en marcha y preservar los hábitats y especies protegidas en España.
WWF denuncia la demora en el arranque de la Ley de Conservación del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, aprobada a finales de 2007, que año y medio más tarde apenas ha registrado avances. Por su parte, la Comisión Estatal, constituido como órgano consultivo y de cooperación entre el Gobierno y las comunidades autónomas, tampoco ha mantenido reunión alguna hasta la fecha.
En este sentido WWF considera esencial la puesta en marcha de actuaciones fundamentales como la elaboración del Plan Estratégico. Este documento, cuya fecha de finalización está prevista para 2010, incluye elementos tan urgentes como las Directrices de Conservación de red Natura 2000, imprescindibles para que las CCAA desarrollen de forma armónica y coherente sus políticas de conservación.
WWF denuncia que las estrategias nacionales de conservación de especies amenazadas se han visto, desde hace más de dos años, privadas de un responsable de coordinación así como técnicos expertos, pese a las reiteradas peticiones por parte de las organizaciones ambientales. En esta misma línea, se está ignorando la necesidad de actuaciones de base, como la conservación del conejo de monte, un animal clave en la dieta de especies amenazadas entre las que figuran el lince ibérico o el águila imperial.
Otro ejemplo manifiesto de la dejadez del Ministerio es la ausencia actual de la figura de Director General de Medio Natural y Política Forestal, destituido hace un mes, sin que hasta día de hoy se haya nombrado a un sucesor.
Según explica Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF, “El Ministerio de Medio Ambiente y las Comunidades Autónomas disponen de un magnífico instrumento para garantizar la protección de la biodiversidad con esta ley, pero no la están aprovechando adecuadamente”. Y concluye, “Sin la puesta en marcha de las correspondientes actuaciones, esta ley puede quedar en papel mojado. De nada sirven todos los discursos sobre nuestro valioso patrimonio natural.”
Tampoco las CCAA salen bien paradas, pues incumplen sistemáticamente sus responsabilidades, un hecho palpable en la carencia generalizada de planes de recuperación de especies protegidas.
En opinión de Luis Suárez, responsable del Programa de Biodiversidad Terrestre de WWF, “Las comunidades autónomas parecen más interesadas en desarrollar proyectos de cría en cautividad, más mediáticas, desatendiendo la conservación de los hábitats y el trabajo sobre el terreno, algo básico a la hora de asegurar un ecosistema saludable.”
España es un país rico en biodiversidad que alberga gran variedad de especies y hábitats. Algunas de ellas son endémicas y en riesgo de extinción, como el lobo, el lince ibérico, el oso pardo, el águila imperial o la foca monje.
La Ley de Conservación del Patrimonio Natural y la Biodiversidad sitúa por primera vez la protección de los recursos naturales del país por encima de la ordenación territorial y urbanística, estableciendo las estrategias de conservación de hábitats y especies en peligro de desaparición y enumerando las posibles infracciones ambientales y sus correspondientes sanciones, que incluyen la reparación del daño causado.
WWF