La nueva propuesta europea, relativa a la próxima cumbre de cambio climático que tendrá lugar en Copenhague este año, contiene “retórica positiva”. Sin embargo, según WWF necesita ahondar en compromisos más concretos y aceptar un papel relevante de ayuda a los países en desarrollo, para que puedan reducir sus emisiones y adaptarse a los impactos del clima.
En la comunicación publicada “Hacia un acuerdo global sobre el cambio climático en Copenhague”, la Comisión Europea propone el marco de negociación que llevará a la cumbre del clima en diciembre. Los Jefes de Estado de la Unión Europea cuentan con llegar a una decisión final sobre dicha posición en el Consejo Europeo de primavera.
“Si Europa quiere recuperar el papel de líder en la lucha contra el cambio climático, tiene que dejar de predecir cuál será la respuesta del resto del mundo y centrarse en cuál será su posición”, afirma Kim Carstensen, responsable del Nuevo Acuerdo Global sobre la Iniciativa del Clima de WWF.
“Europa tiene que empezar por reafirmar el objetivo de mantener el calentamiento global por debajo de los +2ºC, nivel por encima del cual existe un riesgo inaceptable de efectos adversos del cambio climático. También debería definir una reducción de emisiones para los países desarrollados de entre el 25 y el 40% en 2020, que garantizara mantenerse dentro de este margen de seguridad” afirma Mar Asunción, responsable del Programa de Cambio climático de WWF España.
WWF opina que Europa está en la obligación de definir objetivos más ambiciosos que los compromisos ya adoptados, de reducir las emisiones en un 30% en 2020 respecto a los niveles de 1990, comprometiéndose a conseguirlo dentro de Europa. Además, considera que tendría que proporcionar financiación a los países en desarrollo para que éstos logren reducir las emisiones en un 15% adicional a las reducciones conseguidas dentro de Europa.
Según WWF, la actual discusión sobre las necesidades de financiación es un aspecto esencial para que los países en desarrollo puedan reducir sustancialmente sus emisiones.
“Las iniciativas y propuestas existentes sobre el comercio de emisiones deberían complementarse con otras medidas, como el establecimiento de estándares sobre las emisiones de las centrales eléctricas en Europa” afirma Carstensen. Y añade: “Algunos estados norteamericanos, como el de California, han demostrado la efectividad de este tipo de medidas, -a pesar de la oposición del anterior gobierno-, y han obtenido el apoyo de la nueva administración. Europa se va a encontrar, cada vez más, en una situación donde tenga la opción de seguir estas iniciativas o quedarse por detrás.”
Es necesario que se destine una cantidad sustancial de ingresos a países en desarrollo antes de 2013, y que la financiación de políticas de mitigación se adecue a la necesidad actual de reducción de emisiones.”. WWF también considera que las Naciones Unidas tienen que seguir siendo el actor principal en la gestión de los fondos, ya que la opinión de los países en desarrollo se tiene en cuenta en su seno.
“La financiación tiene que seguir criterios de sostenibilidad, ser predecible, adicional e independiente de la ayuda oficial al desarrollo” añade Mar Asunción.
WWF