El Buque Oceanográfico García del Cid zarpó ayer con científicos del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona-CSIC. Su objetivo, durante esta semana, es estudiar la plataforma continental y la cabecera del cañón submarino de Cap de Creus (Girona). WWF afirma que los datos de la campaña completarán la información necesaria para proteger el cañón submarino.
Un equipo multidisciplinar de biólogos marinos, oceanógrafos, geólogos y técnicos zarpó ayer desde el puerto de Palamós con rumbo al cañón de Cap de Creus, a unos 5 km de la Costa Brava, para estudiar los ecosistemas que habitan en este peculiar fondo submarino. WWF colabora con los científicos a la hora de reclamar urgentemente su protección, declarando el cañón de Cap de Creus (Girona) como Área Marina Protegida (AMP).
A bordo del García del Cid, la expedición cuenta con un vehículo submarino ROV. Este vehículo tiene un sistema de visión submarina y se manipula por control remoto, por lo que permitirá filmar los seres que viven a cientos de metros de profundidad de la superficie y extraer muestras para que su estudio posterior en el laboratorio.
El cañón de Cap de Creus es uno de los 20 paraísos marinos señalados por WWF debido a su importancia ambiental y a su carencia de protección. Por primera vez, en 2006 se descubrió la presencia del coral Lophelia pertusa en este enclave. Las especies de corales de profundidad (Lophelia y Madrepora oculata) tienen importancia mundial ya que ofrecen estructuras tridimensionales, a modo de bosque sumergido, donde se refugian numerosas especies, algunas de gran interés comercial, como la langosta, la gamba, el pulpo, la merluza o el congrio.
Durante esta expedición, los investigadores van a estudiar la situación de la plataforma continental y la cabecera del Cañón. Todo ello para buscar áreas que sirvan de corredores ecológicos, necesarios para mantener la funcionalidad del cañón y que habría que proteger de la acción de las artes de fondo. “Al igual que el Cachucho, declarada AMP el año pasado, el cañón del Cap de Creus tiene todos los valores ambientales necesarios para su protección. Desde WWF deseamos que el sector pesquero sea uno de los máximos beneficiaros de su protección, por lo que su colaboración resulta imprescindible, tal y como sucedió con el Cachucho”, declara José Luis García Varas, Responsable del Programa Marino de WWF España.
La expedición es la última del proyecto nacional DEEP CORAL, que pretende localizar y cuantificar los corales y su estado de conservación. Según sus coordinadores, Dra. Covadonga Orejas y Dr. Josep-María Gili del ICM, “En octubre de 2005 se realizó la primera campaña de prospección biológica del cañón y permitió, por primera vez, filmar la presencia de estas comunidades en el Mediterráneo. Los datos obtenidos hasta el momento permiten asegurar que la zona es de una elevada importancia ambiental, pero este año queremos comprobar la existencia de corredores ecológicos en la plataforma continental que mantienen los procesos ecológicos en el área”.
WWF