Ya suman un centenar los casos de tularemia, que podrían duplicarse en poco más de una semana

La vinculación entre la plaga de topillos y la tularemia queda cada vez más explícita. Incluso en lo que es la distribución de los casos confirmados, se observa cómo ha sido Palencia la que hasta ahora ha registrado más, aunque poco a poco se van incorporando a esta lista el resto de provincias. Un avance calcado de lo ocurrido con la plaga de roedores, que tuvo a la provincia palentina como epicentro pero que poco a poco se ha ido extendiendo hasta el momento actual, en el que los topillos se están concentrando en los regadíos, en las únicas plantas verdes que en estos momentos pueden devorar.

La desesperación de los agricultores de regadío en estos momentos es máxima, puesto que el valor de sus producciones es muy alto y el daño de la plaga tiene consecuencias económicas directas (por hacerse una idea, una sola hectárea de zanahoria comida puede suponer cerca de 12.000 euros perdidos). Además, dada la concentración de mano de obra en el regadío las posibles contaminaciones con la bacteria de la tularemia transmitida por los topillos se multiplican.

Todos estos datos hacen temer a ASAJA que la plaga de los topillos y los problemas de ella derivados –los sanitarios en primer lugar– “no han hecho más que empezar, mal que le pese a la Administración, que desde hace meses ha preferido confiar en que los animales desaparecerían sin que nadie hiciera nada al respecto, un error de cálculo o imprevisión que ahora estamos pagando los agricultores y la sociedad en su conjunto, con nuestras economías y nuestra salud”, concluye la organización agraria.

Asaja

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