Ambas organizaciones insistieron en que se trata de una «situación límite» para los productores que, por los precedentes de Andalucía, «temen como los precios que se les va a pagar no se corresponde en absoluto con el coste de producción del cultivo, y cuando por otro lado una de las empresas más fuertes del mercado como es Koipe sigue sin entrar en el mercado nacional y por lo tanto sin comprar la pipa que se produce en nuestra Región».
Ante las habituales prácticas que se vienen realizando de importar aceite crudo foráneo y con la llegada a los puertos nacionales de ingentes cantidades del mencionado producto desde hace semanas, COAG y UPA volvieron a insistir en reclamar a las administraciones competentes que realicen inspecciones muy rigurosas, «ya que la calidad del producto estaría en el límite de los parámetros exigidos».
‘La Alianza por la unidad del campo’ reclamó que al igual que en España se cumplen «compromisos exhaustivos» para sacar al mercado pipas de máxima calidad, «también se deben llevar a cabo controles en la frontera para velar por la calidad alimentaria, dado que este aceite crudo importado después se vende a envasadores mezclándolo con otros aceites sin ningún tipo de identificación».
Por este motivo COAG y UPA solicitaron «máxima transparencia» así como la obligación de que toda mercancía que entre por los puertos españoles «quede claramente identificada y etiquetada para que el consumidor conozca de primera mano su procedencia y decida en consecuencia qué tipo de aceite consume».
Europa Press