El uso de maquinaria pesada en el campo puede hacer sufrir al terreno una compactación del mismo que no es buena para los cultivos, ya que se reduce la porosidad del suelo y la circulación del agua.
En estos casos es recomendable utilizar el descompactador para aquellas tierras que necesitan un esponjamiento del terreno, sin modificar la composición de la superficie. De este modo logramos una mejor circulación del agua y la consiguiente oxigenación de la tierra. Todo esto se hace con la finalidad de favorecer el desarrollo radicular de los cultivos.
El subsolador nos aporta una profundidad de trabajo mayor a la vez que favorece una buena aireación del terreno, pero el descompactador ofrece una menor resistencia y el beneficio de no alterar la capa más superficial del terreno. Además de dejar una superficie más plana, lista para la siembra.
La utilización del descompatador que la marca Bellota ofrece al mercado es recomendable para un suelo friable (ni muy seco ni muy húmedo). Con un suelo muy seco puede ser una labor imposible y con un suelo semiplástico el pase del apero debe ser desaconsejado. Siendo esta una labor ocasional que se debe realizar siempre y cuando el terreno este compactado. No debe de considerarse una labor anual.
Para facilitar esta labor, bellota ha sacado al mercado el brazo de 900, cuya potencia mínima necesaria por brazo es de 15 a 20 CV, dependiendo de la profundidad que queramos utilizar. Según las pruebas realizadas para la efectividad de este brazo, con un tractor de 65 CV se trabajaría con 4 brazos, a una profundidad máxima de 25 a 35 cm. Estando montados los brazos con una separación de 40 cm, y de 80 cm los brazos centrales.
Pero si nos encontramos en un terreno menos profundo como puede ser el propio de los viñedos, Bellota ofrece el brazo 600. Con una profundidad de trabajo menor y más ajustada a la potencia requerida.
Foto cedida por Bellota