El desarrollo de la agricultura sostenible en los últimos años ha planteado nuevos retos tecnológicos, enfocados principalmente hacia la reconversión tecnológica, de una agricultura de alta inyección de insumos a una tecnología ecológica y sostenible. En tal sentido, la región tropical de México, situado en el sureste del País, ha iniciado el desarrollo de esta alternativa, basándose en estrategias para el manejo agro ecológico de plagas y enfermedades (MAPE), como una opción dentro del Programa de Desarrollo Rural Comunitario, fundamentado en combinaciones de prácticas culturales, físicas y biológicas, para disminuir los daños a los cultivos, así como el uso de insecticidas biológicos, con un enfoque efectivo y ecológicamente seguro, como el desarrollado por pequeños productores de comunidades rurales del Tròpico mexicano, sobre el manejo ecológico de plagas del chile y tomate, utilizando barreras vivas y trampas adhesivas de color amarillo, como estrategias ecológicas para reducir la incidencia de insectos plaga. Actualmente, los avances de la ciencia y la tecnología permiten que, aplicadas estas tecnologías en forma racional, se logre alcanzar un desarrollo sostenible.
AGROECOLOGÍA Y MANEJO DE PLAGAS
La ecología de la interacción plagas-cultivo-ambiente, son factores fundamentales para el diseño de medidas de prevención de los cultivos. La presencia de barreras vivas en la periferia del cultivo, como medidas ecológicas para el control de plagas de las hortalizas, parece favorecer grandemente la estabilización de la entomofauna dentro del agroecosistema (chile-barreras, tomate-barreras), encontrándose una gran diversidad de insectos de diferentes familias taxonómicas, siendo de mayor importancia la presencia de parasitoides y depredadores (Coccinelidos, Himenopteros); sin embargo, la presencia de aquellos insectos como diabróticas (Diabrotica bateata, Acalymma, entre otros) pulgones ( Aphis gossipi), grillos (Gryllus sp), larvas de lepidópteros y moscas blancas ( Bemicia tabaci), que en un sistema de monocultivo bajo las condiciones de manejo químico son las principales causas de la disminución de los rendimientos, en este sistema de manejo con barreras vivas parecen no ser un problema.
La estabilidad ecológica inherente a los ecosistemas naturales y su autorregulación característica, se pierden cuando el hombre modifica las comunidades naturales a través de la ruptura del frágil tejido de interacciones
a nivel de comunidades. No obstante, esta ruptura puede ser reparada restituyendo los elementos hemostáticos perdidos en la comunidad, a través de la adición o el incremento de la biodiversidad funcional, lo cual se logra con la
implementación de barreras vivas; éstas tienden a atraer una gran cantidad de insectos, sobre todo polinizadores, que en su gran mayoría son, a la vez, depredadores y parasitoides de plagas. En la regulación de la abundancia de organismos indeseables a través de la predación, el parasitismo y la competencia, los depredadores, parásitos y patógenos actúan como agentes de control natural, regulando la población de herbívoros en el agro ecosistema hortalizas, principalmente por la disminución de las aplicaciones de insecticidas químicos, que cuando son aplicados en exceso provocan directamente el desequilibrio de los agro ecosistemas, el incremento del costo de producción por los elevados precios de los plaguicidas, y la toxicidad para los enemigos naturales y otros animales, así como para los humanos.
En este sistema, la reducción de los problemas de plagas son mayores al 90 %, con respecto al sistema de monocultivo y con aplicación de insecticidas químicos.
La aplicación de los fundamentos ecológicos para el manejo de plagas, acompañado de los muestreos subsecuentes de plagas en el sistema, permiten, a la vez, alertar al productor sobre las consecuencias que éstos pueden provocar si no se atienden a tiempo; cabe mencionar que el muestreo de plagas, así como la búsqueda de especies con potencial insecticida para barreras vivas, son prácticas que los productores han implementado por iniciativa propia, como una respuesta de las prácticas de manejo realizadas en el cultivo, y como una consecuencia de la transferencia de tecnología mediante la investigación participativa directa.
La comprensión de la biología, comportamiento y ecología de una plaga, constituye la base sobre la que debe fundamentarse las estrategias del manejo
ecológico de plagas (MEP) para aplicar las mejores tácticas de control.
IMPACTO TECNOLÓGICO
El manejo agro-ecológico de plagas ha permitido, eficientemente, la transferencia y apropiación de la tecnología en varias comunidades rurales del Sur de México (principalmente en los Municipio de Emiliano Zapata (Ejido El Aguacate, Ejido Povicuc, La Pita) y en el Municipio de Tacotalpa (Ejido Gran
Poder, Arroyo Ciego, Raya Nava 1ª Secc., Santa Rosa, en el Estado de Tabasco).
Estas comunidades han iniciado el desarrollo de la tecnología en cultivos de chile habanero, jitomate y sandìa. El impacto de la tecnología puede observarse en la reducción de los costos de producción a menos del 50 por ciento, abatimiento de las poblaciones de insectos plaga, principalmente los vectores de virus de las hortalizas (pulgones del género Aphis gossipi; moscas blancas, Bemisia tabasci; y picudo del chile, Antonomus eugeni), así como en la reducción del uso excesivo de insecticidas hasta la nula aplicación de estos químicos.
Asimismo, este sistema permite obtener rendimientos de un kilogramo de fruto fresco de chilñe por planta durante la primera floración, lo que significa un rendimiento de entre 16 y 17 toneladas por hectárea, dependiendo de la densidad de plantas a sembrar, contra los bajos rendimientos que, regularmente, oscilan alrededor de las 12 toneladas en el sistema tradicional con manejo de agroquímicos, y hasta de 30 y 40 toneladas de tomate fresco.
Los costos de producción de hortalizas manejado con principios ecológicos se reducen hasta un 60 % menos que el costo del sistema tradicional con la inyecciòn de insumos, cuando los productores deciden comprar plántulas pre-germinadas en charolas de plástico; sin embargo, este costo puede ser menor cuando los propios agricultores realizan sus almácigos.
Actualmente, los productores han priorizado el uso de métodos alternativos biológicos y sostenibles, con la finalidad de reducir los costos de producción, así como los efectos adversos de contaminación ambiental, provocados por el uso excesivo de pesticidas químicos.
IMPACTO ECOLÓGICO
El impacto ecológico y socioeconómico producido por la agricultura moderna presenta grandes limitaciones para resolver el problema de seguridad alimentaria. Su aplicación ha provocado la degradación de los recursos naturales y la erosión tecnológica de los sistemas tradicionales de producción, poniendo en riesgo la productividad de los agro ecosistemas.
Por consiguiente, el impacto ecológico y socioeconómico que ha propiciado la implementación del manejo ecológico de plagas en el cultivo de hortalizas en las comunidades rurales de México, permite asegurar la protección y regeneración de los recursos naturales, en vez de la degradación y el agotamiento.
IMPACTO SOCIAL
El manejo agroecológico de plagas está causando gran interés en pequeños productores de comunidades rurales, así como en la formación de recursos humanos jóvenes en el desarrollo de sistemas alternativos agroecológicos de producción sostenible, con énfasis en la producción agrícola tropical de Tabasco; las experiencias sobre estas tecnologías se están desarrollando con productores rurales, mediante la incorporación de la investigación participativa directa, difusión de los conocimientos mediante programas de capacitación y transferencia de tecnología, programas de radio, asesorías y seguimiento de los proyectos sobre manejo agroecológico de plagas, y a través de los Programas de Desarrollo Comunitario del DIFTabasco, con la sólida participación de técnicos, estudiantes e investigadores responsables del proyecto, como fuentes de reproducción de los conocimientos.
Para impulsar el desarrollo social, ecológico y económicamente sostenible de las familias dedicadas a la producción agrícola, es necesario implementar estrategias que integren tecnologías acordes con las necesidades de los productores, con la finalidad de enfrentar, con una sólida decisión, el problema de alimentación en el Estado. La agricultura ecológica y el manejo de plagas representan una alternativa económicamente sostenible para los pequeños productores rurales de las regiones tropicales. Esta alternativa de reconversión tecnológica busca que los salarios o fuentes alternas de ingreso dignas para los agricultores sean lo justo; tener respeto por los sistemas y conocimientos tradicionales, con una igualdad de derechos para la mujer; alimentos suficientes, en cantidad y calidad, para los productores de la región; y respeto por la diversidad cultural.
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